Un caso digno de una película de horror sucedió en Salta. Un bebé que nació prematuro murió decapitado durante el parto en un hospital local.
Ocurrió ayer cuando una mujer de una comunidad aborigen de Salvador Mazza entró en trabajo de parto en forma prematura y fue trasladada al hospital de Tartagal, Salta.
Cuando les entregaron el cuerpo del bebé fallecido detectaron el desprendimiento del cráneo del cuerpo. Las actuaciones iniciales fueron realizadas por la Fiscalía de Salvador Mazza.
En la denuncia policial presentada por el marido se detalla que la joven de 30 años fue derivada del Hospital de Salvador Mazza para dar a luz y allí “la enfermera y los médicos extraen la bebé desde la zona del cuerpito quedando la cabecita adentro, que luego es extraída por los profesionales que asistían el parto”.
Según constata la Gaceta de Salta, la denuncia señala que una enfermera le solicitó al marido de la mujer parturienta que vaya a comprar pañales. El hombre se fue y cuando volvió su mujer le dijo que algo había sucedido durante su ausencia.
El matutino salteño comparte más texto de la denuncia: "transcurrido un tiempo, se le informó al esposo que el bebé había fallecido en el parto y al momento de retirar el cuerpo para su inhumación, detectó que el cráneo se encontraba desprendido del resto del cuerpo".
El hombre relató a los medios locales: "Me entregaron el cuerpo en una bolsita sin ninguna explicación, lo único que me dijeron es que se le fue la mano".
En forma inicial tomó intervención la Fiscalía Penal de Salvador Mazza, a cargo de Armando Cazón, quien dio las primeras directivas. Luego y dada la magnitud del hecho, fue girada a la Fiscalía de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal.
La pareja es de Buenos Aires y estaba en el norte por las fiestas de fin de año. Esperaban tener su hijo aquí junto a sus familiares, amigos y toda la comunidad.
La mujer que dio a luz todavía está internada, en estado delicado. Por lo sucedido se radicó una denuncia por mala praxis.
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