Historia

"Hay que vivir el aquí y el ahora", perdió a su marido y eso la impulsó a convertirse en un referente de la parrilla

En agosto, Betiana Villa representó a Mendoza en el Campeonato Federal del Asado, en el Obelisco de Buenos Aires.

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Redacción ElNueve.com
25 de octubre de 2022 | 23:49

En el año 2000, cuando tenía 18 años, Betiana Villa conoció a quien después se convertiría en su marido. Un año después se fueron a vivir a Estados Unidos. Allí nació su primer hijo, en 2009, y decidieron volver a la Argentina. Un tío de su pareja les ofreció la parrilla "Los Leños" para que pudieran regresar al país y trabajar el local gastronómico. 

En 2011 volvieron a la Argentina, "fueron épocas muy bonitas, nos dividíamos las tareas", contó a Noticiero Nueve.

En 2016 su marido sufrió un accidente de moto. Estuvo internado varias semanas y en 2017 falleció producto de las complicaciones. "Ahí empezó la pesadilla, nosotros teníamos un matrimonio muy hermoso, fueron 18 años, nos hicimos juntos", contó. 

"Me costó mucho volver a creer en Dios", dijo y explicó que gracias a sus hijos salió adelante. "Hay una Bety antes y después de esto que me pasó". 

"Cuando nosotros llegamos acá nos encontramos a Rubén, el parrillero, hicimos una amistad muy bonita. Pero yo veía reflejado en él a mi papá porque yo le contaba muchas cosas, siempre me guio. Un día me dijo 'por qué no prendés la parrilla, yo te voy a seguir acompañando, pero quiero que aprendas esto porque te va a gustar'", relató Bety. De esto hacen seis años. "Se jubiló pero no me abandonó, está acá", agregó. 

"No hay nada que uno se proponga hacer que no pueda hacerlo. Yo empecé a hacerlo por obligación porque es lo que me tocó, pero creo que uno si le pone amor y lo visualiza, todo se puede", reflexionó. 

Betiana Villa en agosto representó a Mendoza en el Campeonato Federal del Asado, en el Obelisco de Buenos Aires. "Yo creo que mi marido estaría muy orgulloso de ver todo esto, no es fácil seguir un negocio", dijo. 

Y agregó que ella pedía una señal de su marido cuando estaba en Buenos Aires. "Te aseguro que desde que llegué hasta que me fui lo sentí conmigo".

"Cada duelo, cada dolor es diferente. Lo que yo he aprendido es vivir el aquí y el ahora", cerró. 

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