¿Existe la amistad entre el hombre y la mujer? La ciencia dice que no

(Eva Rodríguez)

La pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez en la vida es: ¿existe la amistad entre un hombre y una mujer heterosexuales? Y que esa la relación sea libre de tensión sexual, sin atracción y sin expectativas de una relación romántica.

Para responder esta pregunta nos vamos a basar en una investigación que realizó la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, en el año 2012 llamado 'Benefit or burden? Attraction in cross-sex friendship' ('¿Beneficio o carga? La atracción en la amistad entre sexos'). Además, conoceremos la experiencia personal y profesional de la Lic. Eva Rodríguez, que no necesariamente coincide con todos los resultados de la investigación.

Aunque no existe una extensa bibliografía científica sobre este tema, los estudios que sí se han realizado son concluyentes:

• No es posible la amistad genuina y desinteresada entre varones y mujeres heterosexuales.
• Eventualmente, las hormonas, la pulsión sexual, la necesidad de protección o de contacto romántico inclinará a una de las partes hacia el otro.
• Hombres y mujeres tienen una percepción muy distinta de los mensajes que reciben del sexo opuesto.

De acuerdo con este análisis, los hombres perciben opciones románticas de forma más frecuente que las mujeres. Es decir, son los hombres quienes más frecuentemente rompen el código amistoso para intentar lanzarse hacia el código amoroso.

La investigación mostró que en la amistad típica entre una mujer y un hombre:

• El hombre tiende a sobrestimar el nivel de atracción que la amiga siente hacia él.
• La mujer subestima el grado de atracción que su amigo siente hacia ella.

Mientras que el hombre puede llegar a pensar: “Estoy seguro de que mi amiga quiere algo más que una simple amistad”, las mujeres conciben: “Oh, claro que no, mi amigo no piensa en mí de esa manera, somos buenos amigos”.

Ejemplo, en el medio de una crisis personal, una amiga llama a su amigo a la media noche para hablar. El hombre va a pensar, “ok, esto significa algo. Porque me llama a mí a la media noche si podría llamar a una amiga mujer” y la mujer va a pensar “es mi amigo, últimamente hemos estado en contacto, por qué no llamarlo a él.”

Veamos más ejemplos: Según la investigación citada, cuando:

• Las mujeres son simpáticas y amables, los hombres interpretan un primer grado de atracción. Posteriormente, decidirán si cruzan la línea de la amistad o no.
• En cambio, cuando los hombres son gentiles y amables, las mujeres interpretan estas actitudes como una consecuencia directa de la relación que mantienen sin pensar que ellos, posiblemente, les estén mandando señales de interés sexual.

Cabe aclarar también que esta interpretación errónea de mensajes se da sobre todo y especialmente cuando ambas partes son solteras. Sólo se salvan de esta malinterpretación cuando una o las dos partes se encuentran en una relación sentimental asentada, sólida y de larga data. Entonces la amistad no se ve resentida.

Por eso, este estudio concluye que la amistad entre individuos de distinto sexo es imposible al constatar que una de las partes, cuando no las dos, acaba por desarrollar en algún momento un grado distinto de atracción sexual, después de analizar la relación de amistad de casi un centenar de universitarios.

Observaciones de la Lic. Rodríguez que podrían generar un aporte:

 EL PREJUICIO. Alrededor de la amistad entre hombres y mujeres existen tabúes, prejuicios y estereotipos:

1. “Está mal visto tener amigos del otro sexo”. Al pensar que esa relación está basada en la atracción sexual tener estas amistades es un riesgo, un peligro, una insinuación.

2. “Todos pensarán que tienes pareja”. Y por ello, se suele evitar o esconder este tipo de relaciones personales, por lo que dirán socialmente.

3. “Siempre buscan algo más”. Basado en el miedo a lo que sucederá o por lo que querrá la otra persona, sobre todo, si tememos que no sea lo mismo que nosotros queremos.

REGLAS CLARAS

Si entendemos la diferencia que hay entre una relación de pareja y una relación de amistad (la relación de pareja tiene un carácter íntimo, donde lo importante se forja de puertas para adentro. Mientras que una amistad tiene un carácter social, donde el punto de unión se forja normalmente en los momentos compartidos allá afuera en el mundo o con otras personas) entonces podemos ser solo amigos sin temor, ni ocultación, y sin que nos importe lo que piense la sociedad.

El conflicto surge cuando esto no está claro, y seguimos pensando o temiendo que por ser amigos ya tenemos “derecho” a algo más. Expresar y tratar abiertamente lo que cada uno quiere o espera de la relación, significa no llevarse a engaños, no buscar o esperar algo que no quiere la otra persona, e incluso, esto sirve para no perjudicar la relación ya existente con expectativas erróneas.

INVOLUCRAR A TU PAREJA ES UNA BUENA DECISIÓN

En todo momento conviene mantener intacto en la pareja, la confianza y la sinceridad.

La amistad no es un pecado, sino un aspecto social e inherente en el ser humano. Por tanto, de la misma forma que no ocultamos a nuestros familiares, tampoco debemos hacerlo con nuestras amistades.

La mejor forma para que tu pareja acepte las relaciones de amistad que tienes con personas del otro sexo es hacerle partícipe de esa amistad, ya que como hemos dicho, las relaciones de amistad son del ámbito público y social, y admiten ser compartidas con más personas porque no buscan la intimidad.

Por otro lado, trata la amistad con naturalidad, sin ocultaciones, ni mentiras hacia la pareja. De esta manera, a tu pareja no le parecerá lo que no es, ya que no estarás trasladando la amistad al ámbito privado, secreto, e íntimo.