Estuvo 6 horas en la peluquería y dijo que “no tenía prisa” mientras su hija se moría en el auto

En Estados Unidos están muy preocupados porque ha aumentado la muerte de niños y bebés en autos, pero no en accidentes viales, sino porque sus padres los abandonan dentro del vehículo por varias horas y las altas temperaturas provocan la asfixia.

Según la asociación Kids and Cars, que busca que los padres tomen conciencia de los peligros que acarrean los autos con los pequeños, los datos alarmantes. En lo que va del 2017 fallecieron 30 niños, un 20% más que en todo el 2016.

Y a esa cifra debe sumarse el caso de Fowler Skylar, una niña de un año que falleció porque su madre la dejó durante 6 horas dentro del auto a altas temperaturas el pasado 15 de junio mientras ella estaba en la peluquería. Sucedió Dekalb, en Georgia, Estados Unidos.

Dijanelle Fowler, de 25 años, entró a la peluquería a las 10:04 de la mañana, y salió a las 16, como muestran las cámaras de seguridad. Nunca salió para chequear si su hija estaba bien y les dijo a los empleados de la peluquería que "no tenía prisa".

Lo más extraño es que cuando volvió al auto no pudo arrancarlo y volvió al salón a pedir ayuda a un hombre para asistirla. Las autoridades creen que tapó a la niña mientras la ayudaban y que ahí comenzó a ocultar la muerte de la pequeña.

La madre les había dicho a los empleados del salón de belleza que su hija estaba bajo cuidados en una guardería infantil. Pero después reconoció ante las autoridades que la dejó dentro de su auto, pero que había dejado el aire acondicionado encendido.

Sin embargo, las autoridades no encontraron pruebas de esa versión, pero ella asegura que la batería del auto se descargó tras dejarlo con el aire encendido, por eso no podía arrancar el vehículo.

Pero la mentira de Dijanelle no terminó ahí.  Tras arrancar el auto, la mujer buscó en Google cuáles eran los síntomas de las convulsiones y le envió un mensaje a su suegro diciendo que iba a ir a atenderse por un médico porque tenía un gran dolor de cabeza.

Luego, estacionó cerca de un hospital y envió un mensaje al 911 diciendo que había una mujer desvanecida dentro de un auto.

Cuando la Policía llegó al lugar, la madre estaba “inconsciente” y su hija muerta en el asiento trasero.

Dijanelle fue acusada por cargos de homicidio en segundo grado, crueldad infantil, ocultar una muerte y dar falsos testimonios acerca del crimen. Será sentenciada entre con una condena de 12 a 50 años de cárcel.

La bebé falleció debido a que la temperatura dentro del auto alcanzó temperatura alcanzó los 45 grados, lo que provocó que la pequeña tuviera convulsiones y sufriera asfixia.