Casi 50 bebés esperan ser entregados a sus futuros padres extranjeros y están atrapados en la capital de Ucrania debido al cierre de las fronteras.
La noticia se conoció a través de un video realizado por Biotexcom, una clínica de Ucrania que se define como un "centro para la reproducción humana". El video muestra 46 bebés recién nacidos acostados en sus cunas en un hotel llamado "Venecia", atendidos por el personal clínico.
Los padres "no tienen la oportunidad de recoger a sus recién nacidos", ya que las fronteras permanecen cerradas y los cierres forzados debido a la pandemia de Covid-19. Sin embargo, en el video, desde la empresa aseguran que los padres no deberían preocuparse por "estos dulces", ya que las enfermeras los alimentan regularmente y los exponen al aire fresco.
Los futuros padres provienen de EE.UU., China, Gran Bretaña, Alemania, y otros países, incluida Argentina, donde hay tres parejas que esperan buscar a sus hijos.
Tal es el caso de Andrea Díaz y Fernando Montero, es una de las parejas de argentinos que tiene en Biotexcom su bebé. Para poder tener a su hijo pagaron 60 mil euros y desde que nació, el pasado 29 de abril, deben pagar 25 euros por día para el cuidado del bebé.
Este es el video donde muestran a los 46 bebés nacidos por vientres subrogados:
El video hizo sonar la alarma en Ucrania sobre este problema "masivo y sistémico". La maternidad subrogada se anuncia y comercializa como un "producto de alta calidad", pero ofrecer tales "servicios" puede conducir principalmente al abuso de los derechos del niño, advierten desde el Gobierno de Ucrania.
La subrogación no está explícitamente prohibida por la legislación de Ucrania, hay una zona gris legal. Quienes están detrás del negocio de los recién nacidos podrían ser acusados de trata de persona, según las leyes pertinentes, pero el Gobierno parece incapaz de detener la creciente industria de la maternidad subrogada del país.
Además, de vez en cuando, aparecen casos escandalosos como este en la cobertura de los medios locales. Hace semanas, la policía ucraniana allanó una clínica reproductiva privada que supuestamente "vendía bebés" a hombres chinos.