Un chico estaba enamorado de su amiga. Lo venía pensando y meditando con tiempo, hasta que se animó y decidió a pedirle que fuera su novia.
Para conseguir su objetivo montó una gran producción: hizo un enorme cartel y consiguió amigos que lo sostuvieran, compró una rosa, se arrodilló, puso la flor entre sus labios, y filmó la “romántica” escena.
Pero le faltó considerar un pequeño detalle: no tenía certeza de que su amiga también quisiera cambiar el tipo de relación.
El resultado lo convirtió en viral: ella huye despavorida ante el amontonamiento de clichés románticos, y él queda con un enorme signo de interrogación en el rostro.
.jpg)
.jpg)
