La hija menor de Marcelo Tinelli rompió el silencio con fuertes mensajes contra su padre. El escándalo sacudió al entorno más íntimo del conductor, provocó cruces públicos entre hermanas y dejó en pausa el reality familiar.
La calma en el universo Tinelli duró poco. Juana Tinelli, la hija menor del conductor con Paula Robles, presentó una denuncia por amenazas telefónicas y desató una tormenta mediática que expuso viejas tensiones familiares. “Durante años prioricé a mi familia —especialmente a mi papá— por encima de mí misma”, escribió en redes, y agregó: “Estoy harta de tanta hipocresía”. La joven también compartió frases como “Intentar vivir sin él” y “Me alejé para no romperme más”, dejando en claro que el conflicto va más allá de un episodio aislado.
La denuncia, que incluye la entrega de un botón antipánico, apunta a un llamado recibido entre el 29 y el 30 de octubre. En medio del revuelo, el empresario Gustavo Scaglione —señalado como presunto responsable— salió a defenderse: “Es una falsa denuncia. Me están difamando”, declaró. Según su versión, jamás tuvo contacto con Juana y ya inició acciones legales para limpiar su nombre.
💣 NUEVO POSTEO DE JUANA TINELLI: “Crecí perdonando a mi papá”
Cc #LAM en América TV 📺 @elejercitodelam @AngeldebritoOk pic.twitter.com/dzRU9Z6ew4
— América TV (@AmericaTV) November 4, 2025
El escándalo no tardó en salpicar al resto del clan. Candelaria Tinelli, consultada por su vínculo con Juana, respondió con una frase lapidaria: “No tengo relación con ella. No me interesa hablar de ese tema”. La tensión entre las hermanas, que ya venía gestándose, quedó expuesta sin filtros. En paralelo, Francisco Tinelli también se habría distanciado del proyecto familiar, mientras que Guillermina Valdés tomó una decisión clave: priorizar la privacidad de su hijo Lorenzo y alejarlo del foco mediático.
El reality “Los Tinelli”, que se grababa en Uruguay y prometía mostrar el detrás de escena de la familia más famosa del país, quedó en pausa. La salida de Juana y Fran, sumada al clima enrarecido, obligó a repensar el formato. Desde la producción aseguran que el proyecto no está cancelado, pero sí “en revisión”.
La psicóloga social Mariana Kogan analizó el fenómeno: “Cuando una figura pública como Juana decide hablar, no solo expone un conflicto personal, sino que interpela a muchas personas que naturalizan vínculos familiares tóxicos. El botón antipánico no es un detalle menor: habla de un límite claro que se cruzó”. Para la especialista, el caso también refleja “la presión de sostener una imagen familiar idealizada que muchas veces no se condice con la realidad”.
Mientras tanto, Marcelo Tinelli guarda silencio. No hubo declaraciones oficiales ni publicaciones en redes que aludan directamente al conflicto. En un entorno donde la exposición es moneda corriente, el hermetismo del conductor contrasta con la crudeza del relato de su hija. La grieta familiar quedó al descubierto y, por ahora, no hay señales de reconciliación.