Por: Marina Correa
Suena la canción “Flores amarillas” de la novela “Floricienta”, el éxito que entre 2004 y 2005 protagonizó Florencia Bertotti y que produjo Cris Morena, una canción que la Argentina adoptó especialmente en esta primavera como un símbolo, y los regalos de flores ese día priorizaron este color. Juan Carlos Pariente, maipucino, es papá de Ámbar (13) y Lautaro (16) y está casado desde hace 19 años con Silvina Abdo, docente de nivel primario. Fue precisamente Silvina, quien decidió inaugurar una cuenta en TikTok y publicar un video donde se lo ve a Juan Carlos con un ramo de flores amarillas, esperando a su hija a la salida del colegio. El hombre se ve expectante en el video, mientras suena “Flores Amarillas”, hasta que llega su hija y se funden en un largo abrazo. Esa pequeña acción, que es gigante en el amor, no tuvo como origen exclusivo la llegada de la primavera, sino que anticipaba el cumpleaños de Ámbar y es parte de una serie de gestos que desde siempre Juan Carlos tiene con su familia. A su hijo Lautaro por ejemplo, a sus 7 años, le cumplió el sueño de conocer a Messi, con una estrategia digna de una película. “El amor se expresa en vida”, dice para explicar porque quiere siempre sembrar afecto entre sus seres queridos.
Juan Carlos Pariente, es profesor de karate Shotokan y actualmente es el director de la Selección Mendocina de Karate shotokan, “el karate es un estilo de vida que implica disciplina y la docencia es maravillosa, porque ayudas a sembrar esa semilla del conocimiento, además el karate tiene aspectos tan lindos, es motivacionalmente un desafío hermoso. Mi esposa también es docente, por tanto, ambos tenemos esa consciencia de lo que los gestos transmiten”, dice este hombre que se confiesa sorprendido por la repercusión de su video en redes. “El video se lo empezaron a pasar de grupo en grupo y me han escrito desde vecinos a gente que hacía tiempo no me escribía, pero con mi esposa nos sorprendió tantos lindos mensajes de gente desconocida por nosotros, que nos decía la emoción ver actos de amor, en un momento tan especial. Creo que por ahí ha impactado, porque no debería generar sorpresa que un papá le exprese cuanto quiere a sus hijos, a su esposa, pero estamos atravesados por hechos de odio, confusión, estamos en una situación social delicada entonces sí entiendo que es una bocanada de aire fresco".
@silvinaabdo ♬ Flores Amarillas - Floricienta Papá estratega por Messi
Este papá que es “especialista” en sorprender a su familia, se propuso a los 7 años de su hijo Lautaro (actualmente de 16 años y jugador de River Plate en Mendoza), lograr que su pequeño cumpliera el gran sueño de niño, que era conocer a Leo Messi. “Justo venían a Mendoza con la Selección, me acuerdo que apenas lo comentaron en la tele, llamé y reservé en dos hoteles de Mendoza, donde me la jugaba que iban. Les dejé claro a quienes me atendieron, que no quería cruzarme con la selección o sea todo lo contrario de lo que era mi objetivo, solo para que me avisaran. Así fue, me llamaron y me dijeron de uno de los hoteles que iba a estar ahí le selección y dije que bueno, que dejaría igual la reserva. Exploté la tarjeta de crédito, pero le dije a mi hijo que nos íbamos al hotel donde llegaba la selección, y se logró lo que buscábamos, cruzarnos con Messi y le firmó a mi hijo el libro sobre su vida, que Lauti no paraba de leer. Obvio que Messi es Messi, pero yo siento que fue un momento papá e hijo único”, cuenta Juan Carlos Pariente.
Pista de búsqueda
Por su rol de docente de karate, Juan Carlos siempre ha viajado mucho a distintos torneos, pero desde que sus hijos eran muy chiquitos, los acostumbró a suplir esos días de ausencia, proponiéndoles encontraran en su casa “pistas”. Se trataban de especies de tesoros, que eran desde alfajores a helado, pero que solo se descubrían leyendo bien esas pistas en ocasionales papelitos. “Era una forma que me recordaran, de estar presente, hoy que ya crecieron me siguen pidiendo el juego de las pistas”, dice con humor.
Amar
“Con mi esposa también nos gusta demostrarnos el amor, con pequeños detalles, lo hacíamos de novios y lo hacemos ahora, creo es importantísimo expresar el amor, el cariño, la admiración a las personas, a tu familia especialmente. Y sí soy el papá de las flores amarillas en la puerta del colegio a mi hija, y ojalá la vida me permita ser el papá que siempre la siga sorprendiendo con el amor, como al resto de mi familia”.
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