El enojo de una madre con Facebook por eliminarle una foto de su hija

Pippa Atkinson es una pequeña de un año que tiene una enfermedad muy extraña llamada epidermolisis bullosa (EB), que provoca que su piel de su pequeño cuerpo se llene de ampollas y lastime con el menor contacto.

La enfermedad es conocida como la condición de “piel de cristal” y necesita de muchos cuidados, los que le brinda su madre con mucho amor y cariño.

Rhiannon Atkinson, tiene 30, y Pippa es su segunda hija. La mujer sabe que su hija tiene una enfermedad rara que afecta a 1 bebé entre 50.000; y para concientizar sobre ella, posteó fotos de Pippa en Facebook.

Pero Rhiannon está furiosa con la reacción que tuvo la red social, que le envió un mensaje avisando que había bloqueado su imagen por resultar “indeseable”.

Facebook argumentó que los usuarios habían expresado que “los hacía sentir mal consigo mismos”.

La foto del pie de Pippa, con sus laceraciones y ampollas, las cuales cubrían el 90% de sus extremidades, para su madre reflejaban la gravedad de su enfermedad. Pero para Facebook eran demasiado impresionables.

Su familia, oriunda de from Cwmbran, Gales del Sur, Gran Bretaña, lucha todos los días por el bienestar de la niña, a la cual no pueden abrazar ni tocar para que no se lastime.

“Cuando les contesté (refiriéndose a Facebook) para decir que era ridículo y que estábamos tratando de generar conciencia sobre la condición de mi hija” cuenta la madre de Pippa.

“Pero aunque revieron la situación, no quisieron cambiar de opinión. La gente les había dicho que las imágenes los descomponía, está bien, algunas personas no tienen nada mejor que hacer que molestar a una bebé. Pero que una corporación diga eso… me shockeó”.

¿Qué le dijo Facebook?

La red social aseguró que la imagen de Rhiannon usó “representa un cuerpo o una parte del cuerpo en una forma indeseable”.

Además argumentaron que “los posteos como estos no están permitidos porque hace que los usuarios se sientan mal sobre sí mismos”.

El tratamiento de Pippa es muy complejo, toma medicamentos y le deben aplicar cremas para ayudar a eliminar el peligro de fricción y la aparición de heridas. Además toma paracetamol y morfina para aliviar el dolor. Incluso a veces necesita ser sedada.

Pero su natural crecimiento de niña hace que cada vez se exponga a más laceraciones, pues está aprendiendo a caminar.

“Soy la enfermera y cuidadora de Pippa, todo en uno. De alguna forma debe odiarme cuando la estoy vistiendo y le provoco dolor”, cuenta afligida la madre. “Pero por otro lado, si está mal, soy la persona a la cual acude”.

La mujer ha recibido la capacitación y entrenamiento de enfermeras profesionales, buscando hacer la vida de su hija mucho más fácil.

Por otro lado, la madre asegura que Pippa cada vez está mejor y que sus heridas cada vez son menos graves, aunque su condición es genética, por lo que nunca podrá curarse definitivamente.

¿Qué piensas de lo que hizo Facebook?