"Estaba limpiando nuestra sociedad" dijo Philipp Budeikin, un estudiante de psicología que en tercer año fue expulsado por la universidad y que es el creador del juego de la Ballena Azul, que induce a los jóvenes al suicidio.
El joven de 21 años fue detenido el 27 de abril y en una reciente entrevista al medio ruso Saint Peterburg.ru, reconoció que su intención al dar origen al juego fue incentivar a los adolescentes al suicidio.
En Rusia fue capturado Philipp Budeikin, de 21 años autor del inicio del ‘movimiento’ suicida de la ‘Ballena Azul’. pic.twitter.com/x4ajZuImvh
— Víctor González (@Victor_Curico) 27 de abril de 2017
"Murieron felices. Les di lo que no tienen en la vida real: calidez, comprensión y comunicación” declaró Budeikin, quien dividió a las personas dos grupos: gente y “residuos biodegradables”. “Ellos (estos últimos) son los que no tienen ningún valor para la sociedad, o solo le harán daño. Estaba limpiando nuestra sociedad de tales personas”.
En el 2013 inició el juego con el nombre de “F57”, uno de los nombres del “grupo de la muerte” de VKontakte (VK), la red social rusa que es similar a Facebook.
El pasado 27 de abril fue detenido Sobre Budeikin pesan varias acusaciones, entre ellas haber creado ocho comunidades virtuales que defendían abiertamente el suicidio, además de la creación de la Ballena Azul.
Según explicó, todas las demostraciones deben hacerse en el mismo horario: las 4:20 de la madrugada y, si bien los participantes no tienen relación con estos "tutores", una vez que cumplen cada prueba deben enviar fotografías que lo certifiquen que han logrado hacer el desafío.
La Ballena Azul es un juego basado en una serie de retos escalables, que obliga al participante a realizar una prueba diferente durante 50 días. El nivel de dificultad va incrementándose según avanzan en el cumplimiento de las pruebas.
Pasando las etapas empiezan a poner en riesgo su vida hasta llegar a la prueba final: saltar al vacío desde un edificio para suicidarse.
Entre las reglas del juego también está la de borrar las conversaciones relacionadas al juego, por lo que complica encontrar pruebas de quiénes son los instigadores.