Crece la plantación de Kiri en Argentina, una clase de árbol de origen chino que es considerado por expertos como la especia que podría salvar al mundo. Este ejemplar es un aliado natural en la lucha contra el cambio climático y la desertificación.
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Este forestal, conocido también como Paulownia, es capaz de crecer en suelos infértiles, y absorbe diez veces más dióxido de carbono que otros vegetales. Además, cuenta con múltiples beneficios como promover el crecimiento industrial y embellecer los espacios naturales.
Este árbol llegó a argentina para maximizar el rendimiento de la industria maderera en Misiones; es una especie que tiene gran resistencia a plagas y enfermedades. Sin embargo, especialistas advierten que hay que protegerlos de las heladas.
Si bien las campañas internacionales lo caracterizan como “el árbol que podría salvar al mundo”. Cada vez hay más ejemplares en la provincia. De hecho, algunos municipios, como el de Godoy Cruz ya lo implementan dentro de sus especies forestales. San Luis se considera como una de las provincias pioneras en la producción de Kiri.
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