Wanda Nara y L-Gante, nombres hoy por hoy que salen cada dos por tres en los titulares escandalosos de los famosos. La ruptura mediática con Icardi (padre de dos de las hijas de Wanda), en encuentro con la China en Gardiner, la supuesta relación que Icardi tendría en la actualidad con la Eugenia Suárez, y el cumpleaños de Wanda que fue casi multada en su barrio del country por la intensidad de la música y la Fiesta. Todo eso junto, y seguido.

¿Lo último? Ahora la blonda conductora se fue de viaje a Europa con L-Gante este miércoles. Ambos fueron captados por diversos medios y hablaron con la prensa camino a realizar el check-in luego de la mega fiesta de cumpleaños y las polémicas, tan diversas como agotadoras.

“Este viaje estaba planeado con mucho tiempo; el tiempo cura todo y yo no tengo drama con nadie”.

Y sumó: “No le jodo la vida a nadie, no me meto con nadie, todo se va a solucionar”, sumó la empresaria y el cantante de cumbia 420 agregó: “Pasan cosas todos los días pero buenas, yo la acompaño a ella y de paso nos quedamos unos días por allá”.

-“¿Viste los videos de Icardi con la China a los besos? ¿Cómo te lo tomaste?”, le consultó una cronista de A la Barbarossa y la mediática emitió una sonrisa y contestó: “No tengo nada para decir de eso”.

Un cumple polémico

Wanda Nara celebró su cumpleaños número 38 con una fiesta exuberante que reflejó su estilo siempre extravagante y rodeado de polémicas. La celebración tuvo lugar en su mansión de Santa Bárbara, donde la empresaria y conductora disfrutó de una noche intensa junto a L-Gante, su actual pareja, y un selecto grupo de amigos y familiares. La velada no estuvo exenta de momentos que podrían pasar a ser anécdotas memorables.

El festejo, según trascendió, fue un regalo del propio Elián Valenzuela. Él no solo se encargó de costear la fiesta, sino que también animó el evento, que contó con shows en vivo de Karina La Princesita, una de las figuras del mundo de la cumbia. La celebración llegó a su punto culminante cuando la empresaria, vestida con un atuendo de fiesta que combinaba el lujo y el desenfado, decidió lanzarse a la piscina junto a su pareja, mientras los invitados vitoreaban y aplaudían, sorprendidos por el desenfado de la pareja.

A su llegada al aeropuerto de Ezeiza, Wanda fue clara al referirse a su viaje y a las responsabilidades familiares que lo motivan: “Sigo con mi vida, soy mamá, mis hijos no viajan solos porque ese es el acuerdo con Maxi”. La empresaria enfatizó que este traslado a Europa tiene como propósito acompañar a sus hijos para que puedan compartir tiempo con su padre, Maxi López, y remarcó la importancia del viaje al coincidir con el cumpleaños de uno de ellos: “La intención también es que pase esa jornada con su papá”.

Entre el brillo de la fiesta, las luces de París y los ecos de los juzgados, la figura de Wanda Nara vuelve a quedar en el centro del escenario mediático.