El vapeo, promocionado como una alternativa inofensiva al cigarrillo tradicional, se revela como una tendencia peligrosa a introducir sustancias tóxicas en los pulmones, con consecuencias potencialmente graves para la salud respiratoria a corto y largo plazo.
El auge del vaper o cigarrillo electrónico ha sido meteórico, especialmente entre jóvenes y adolescentes, quienes lo perciben erróneamente como una moda inofensiva o incluso una herramienta para dejar de fumar. “Sin embargo, detrás de los atractivos sabores y los diseños modernos, se esconde un dispositivo que introduce en los pulmones una compleja mezcla de sustancias químicas potencialmente dañinas, con consecuencias que la ciencia comienza a desvelar y que dista mucho de ser benignas”, contó el neumonólogo Alejandro Chirino.
-¿Qué impulsa la moda del vapeo?
Diversos factores contribuyen a la popularidad del vapeo, como el marketing engañoso que lo promociona como una alternativa ‘más segura’ al tabaco tradicional, minimizando sus riesgos y apelando a sabores atractivos ya una estética moderna. Se suman la influencia social, como la presión de grupo y la percepción de que vapear es una actividad ‘cool’ o ‘a la moda’ influyen especialmente en los jóvenes; también el fácil acceso y variedad de sabores como la amplia disponibilidad de dispositivos y líquidos con sabores dulces y frutales los hacen atractivos para un público joven y la falsa sensación de inocuidad. Muchos usuarios creen que al no producir ‘humo’ como el cigarrillo tradicional, el vaper es inofensivo, ignorando la presencia de un aerosol cargado de partículas y químicos.
Consecuencias directas para tus pulmones
La inhalación del aerosol generado por los vapeadores introduce directamente en los pulmones una serie de sustancias perjudiciales:
- Nicotina: Aunque algunos vapeadores se comercializan como libres de nicotina, la mayoría la contienen, generando una alta adicción y afectando el desarrollo cerebral en adolescentes y jóvenes.
- Partículas ultrafinas: Estas partículas, presentes en el aerosol, pueden penetrar profundamente en los pulmones, causando irritación, inflamación y daño a largo plazo.
- Sustancias químicas saborizantes: Algunos saborizantes, como el diacetilo, se han relacionado con enfermedades pulmonares graves como la bronquiolitis obliterante (“pulmón de palomitas de maíz”).
- Metales pesados: Níquel, estaño, plomo y otros metales pesados presentes en los componentes del dispositivo pueden transferirse al aerosol e inhalarse, acumulándose en los pulmones y otros órganos.
- Compuestos orgánicos volátiles (COV): Sustancias químicas como el formaldehído, conocidas por ser cancerígenas y causar irritación en ojos, nariz y garganta, también se encuentran en el aerosol del vaper.
- Propilenglicol y glicerina vegetal: Aunque se consideran seguros en algunos contextos, al ser vaporizados y calentados pueden descomponerse en sustancias dañinas.
EVALI: la grave enfermedad pulmonar asociada al vapeo
Un claro ejemplo de las graves consecuencias del vapeo es la EVALI (Lesión Pulmonar Asociada al Uso de Cigarrillos Electrónicos o Vapeo), una enfermedad pulmonar grave e incluso mortal que surgió en los últimos años. Los síntomas incluyen dificultad para respirar, tos, dolor de pecho, fiebre, fatiga, náuseas y vómitos. Si bien la causa exacta aún se investiga, se ha asociado con ciertos aditivos en los líquidos de vapeo, como el acetato de vitamina E, especialmente en productos que contienen THC.
Más allá de los pulmones: otras consecuencias para la salud
Los efectos nocivos del vapeo no se limitan a los pulmones:
- Adicción: La nicotina presente en la mayoría de los vapeadores es altamente adictiva, generando dependencia y dificultando su abandono.
- Efectos cardiovasculares: El vapeo puede aumentar la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el riesgo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo.
- Problemas de salud bucal: Se ha asociado con sequía bucal, caries e inflamación de las encías.
- Impacto en el desarrollo cerebral: La nicotina puede alterar el desarrollo cerebral en adolescentes y jóvenes, afectando la memoria, la concentración y el control de impulsos.
- Puerta de entrada al tabaquismo: Existe evidencia de que el vapeo puede aumentar la probabilidad de que los jóvenes comiencen a fumar cigarrillos tradicionales.
“La moda del vaper esconde un peligroso engaño. Presentado como una alternativa moderna e inofensiva, introducir en los pulmones sustancias tóxicas con consecuencias potencialmente devastadoras para la salud respiratoria y general. La falta de investigación a largo plazo sobre sus efectos hace aún más preocupante su creciente popularidad, especialmente entre los jóvenes. Desterrar la falsa sensación de seguridad y comprender los riesgos reales es fundamental para evitar que esta moda nociva siga cobrando víctimas”, argumentó el neumonólogo.
El profesional estuvo en Cada Tarde, mirá la nota