El programa sobre cultura general que conduce Iván de Pineda demostró que una de las voces del rock más conocidos del país tiene un corazón de oro.
Este domingo, en su edición famosos, del programa “Pasapalabra”, que se transmite por Canal 9 Televida, el ganador Martín Fabio, a quien la mayoría conoce como “El Mono” de Kapanga, demostró que no sólo canta bien y sabe mucho, sino que además, tiene un corazón de oro. Tras consagrarse como el ganador del rosco del programa que conduce Iván de Pineda, el músico destacó que todo el premio sería destinado a una causa muy noble.
El músico lideró el equipo de Romina Uhrig y Floppy Tesouro, y se enfrentó a Edith Hermida, Emilia Claudeville y Martina Fasce en el programa conducido por Iván de Pineda.
Al Mono le quedaban tres segundos para dar su respuesta a la definición “Ave palmípeda propia de los humedales europeos y asiáticos” y completar el juego, y muy concentrado respondió “Oca”.
Al escuchar que era correcta, saltó de felicidad y celebró junto a sus compañeros. En medio de la emoción, Fabio expresó: “Estos dos millones de pesos se van para mis amigos de Adopciones Quilmes, una rescatadora de perros. Van a estar muy felices. Cada vez que vengo al programa, va para ellos“.
Cuando Iván le pidió que dijera unas palabras para finalizar, El Mono de Kapanga manifestó: “Me encantan las palabras cruzadas. Fui campeón de Claringrillas en el año ‘86 y en el ‘93. Siempre me gustó jugar con las palabras. El saber no ocupa lugar”.
El gesto por parte del artista no pasó desapercibido. Minutos después, el refugio confirmó la noticia a través de su cuenta de Instagram. En una historia, agradecieron el gesto del músico y contaron que gracias a la donación de El Mono pudieron salvar una deuda veterinaria que los tenía preocupados desde hacía meses. “Gracias, Mono, sos un genio. Te queremos”, escribieron, junto a un dibujo de un pequeño perro, que acompañaba el agradecimiento por parte del equipo de la organización.
Con su triunfo en Pasapalabra, el músico dejó en claro que no se trata solo de responder preguntas o completar un rosco, sino de transformar un momento personal en un gesto colectivo. Donó los dos millones de pesos que ganó a quienes más lo necesitan: los animales rescatados del refugio Adopciones Quilmes, reafirmando su compromiso con las causas que lo movilizan.