El pequeño padecía cáncer y antes de fallecer le contó a su mamá cómo se imaginaba el cielo.
Silas tenía tan solo 4 años cuando falleció. El pequeño padecía de hepatoblastoma, un tipo de cáncer maligno bastante raro, que sólo se da en bebés y niños.
Antes de su fallecimiento, Silas le contó a su madre cómo se imaginaba el cielo y lo emocionado que estaba de conocerlo.
El testimonio es realmente conmovedor, la madre le pregunta si tendrá un nuevo cuerpo allá en el cielo, y él contesta gratamente que sí; “¿cómo será tu nuevo cuerpo?”, y la respuesta del niño es enternecedora, “un cuerpo sin cáncer”.