Te presentamos a Hattuç, la matriarca de la familia Sanli en ‘Amor a Cualquier Precio’ y su dura historia de vida detrás del personaje

Te presentamos a Hattuç, la matriarca de la familia Sanli en ‘Amor a Cualquier Precio’ y su dura historia de vida detrás del personaje

Hattuç se muestra dura y estricta, pero debajo hay una historia de una mujer herida. Conocé a más personajes de ‘Amor a Cualquier Precio’, la novela de las noches de Canal 9 Televida.

‘Amor a Cualquier Precio’ es la nueva gran apuesta turca de Canal 9 Televida. Y si bien ya comenzó a emitirse acá te vamos contando un poco sobre los personajes más destacados de este drama que ya se va ganando su lugar en el corazón de los mendocinos. Esta vez todo gira en torno a Hattuç, quien se muestra dura y estricta pero detrás esconde una herida de vida muy triste.

Hattuç Şanlı es una mujer que ha vivido una vida llena de desafíos y sacrificios. Es una señora respetada, a la que todos temen en casa. Su palabra siempre prevalece. Se podría decir que es la matriarca de los Sanli en la novela que salió de Estambul con el nombre de ‘Yali Çapkini’ y conquistó irremediablemente el corazón de los televidentes de todas las geografías haa donde este producto ha llegado.

Como líder de los Şanlı, Hattuç actúa como un pilar de estabilidad para los demás personajes. Su influencia es palpable tanto en las decisiones familiares como en los conflictos que surgen entre los demás personajes.

Su experiencia y visión del mundo la colocan en una posición en la que puede mediar y resolver conflictos, pero también esconde un secreto con Halis, el patriarca de los Horkan.

Şerif Sezer es la actriz que encarna a este complejo personaje, y le vino como anillo al dedo, se podría decir ya que a través de Hattuç puede contar, un poco, su propia historia.

Su último papel es el de la tía Hattuc en ‘Amor a Cualquier Precio’, pero convertirse en actriz no fue algo fácil: tuvo que contravenir a su propio padre para lograrlo.

Oriunda de la ciudad de Bursa, Sezer era hija de dos agricultores del olivo que no tenían muchas perspectivas sobre su educación. Dos sucesos marcaron profundamente su infancia.

Serif tenía una hermana gemela que perdió a temprana edad producto de la difteria, enfermedad que afecta puede inflamar las vías respiratorias y, de acuerdo al sitio de la Clínia Mayo, “puede trasmitirse fácilmente e infectar a quienes no estén vacunados”.

Poco después sus padres se divorciaron y ella quedó al cuidado de su papá. Solo pudo cursar la educación primaria, porque la enviaron a un taller de costura para aprender un oficio. 

Su madre se había establecido en Ankara, la capital turca y desde ahí gestó el escape de su hija gracias a la ayuda de un amigo. Serif Sezer solo salió de casa con el diploma de la escuela básica y se fue a vivir con su progenitora a los 18 años.

Decidida a estudiar, la joven inició la escuela secundaria y con clases especiales terminó el colegio para ingresar en un conservatorio de artes. Pero una vez casada, debió acompañar a su marido a París y se alejó del teatro.

En la capital francesa debió utilizar sus conocimientos de costura para trabajar en casas de moda o posar como modelo para obtener algunas ganancias adicionales. Lejos de su patria y su pasión, Sezer se divorció y volvió a Turquía.