Mal uso del celular, ¿Cómo nos repercute?

Mal uso del celular, ¿Cómo nos repercute?

En la era digital, el teléfono celular se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo, una herramienta indispensable para comunicarnos, trabajar, entretenernos y mantenernos informados. Sin embargo el mal uso del celular puede pasar grandes facturas.

El mal uso del celular puede pasar grandes y pesadas facturas, ya que esta omnipresencia tecnológica trae consigo un lado oscuro: el uso excesivo y, sobre todo, inadecuado, está generando una epidemia silenciosa de problemas posturales y dolores musculoesqueléticos que afectan a personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores. Y es que el mal uso del celular tiene sus consecuencias inevitables. La forma en que interactuamos con nuestros dispositivos móviles puede tener consecuencias significativas en nuestra salud física, especialmente en nuestra columna vertebral, cuello y extremidades superiores.

La epidemia del “cuello de texto” y la columna vertebral

“Uno de los problemas más evidentes del uso indebido del celular es el impacto en nuestra postura. La posición típica que adoptamos al mirar la pantalla –cabeza inclinada hacia adelante y hacia abajo, hombros encorvados– es un caldo de cultivo para una serie de afecciones. Esta postura, a menudo denominada “cuello de texto” (o “text neck”), somete a la columna cervical a una tensión considerable”, apuntó Pablo Valdivieso, kinesiólogo.

Nuestra cabeza pesa en promedio entre 4 y 5 kilogramos. Cuando la inclinamos hacia adelante, el peso efectivo que soporta el cuello aumenta exponencialmente: a 15 grados de inclinación, el peso se siente como 12 kg; a 30 grados, como 18 kg; y a 60 grados, puede sentirse como 27 kg, ¡el equivalente a un niño de 8 años!

-¿Qué puede provocar esta carga excesiva y constante sobre las vértebras, los ligamentos y los músculos del cuello?

Según el profesional:

-Dolor de cuello crónico: Es el síntoma más común, que puede irradiarse a los hombros y la parte superior de la espalda.

-Rigidez y limitación de movimiento: La tensión muscular constante lleva a una disminución de la flexibilidad.

-Dolores de cabeza tensionales: La tensión en el cuello y la base del cráneo a menudo se irradia a la cabeza.

-Hernias discales: A largo plazo, la presión constante sobre los discos intervertebrales puede llevar a su degeneración y eventual herniación.

-Alteraciones en la curvatura natural de la columna: La cervicalgia prolongada puede modificar la lordosis cervical normal, afectando la alineación de toda la columna.

Además del cuello, la postura encorvada afecta la columna dorsal y lumbar, generando una presión indebida en la espalda baja y contribuyendo a dolores crónicos.

 

Más allá del cuello: hombros, brazos y manos

Los efectos del mal uso del celular no se limitan al cuello y la espalda. Nuestras extremidades superiores también sufren las consecuencias:

  • Dolor de hombros: La posición de los hombros hacia adelante y encorvados puede comprimir nervios y vasos sanguíneos, además de generar tensión en los músculos del manguito rotador, llevando a tendinitis o bursitis.
  • Síndrome del túnel carpiano: El uso repetitivo y prolongado de los pulgares y otros dedos para escribir y deslizar la pantalla puede comprimir el nervio mediano en la muñeca, causando entumecimiento, hormigueo y dolor en la mano y los dedos.
  • Tendinitis de Quervain (Pulgar del Celular): La inflamación de los tendones que controlan el movimiento del pulgar es una afección cada vez más común, directamente relacionada con la actividad repetitiva de los pulgares al escribir.
  • Codo de tenista o golfista: Aunque menos frecuentes, las posiciones forzadas del codo al sostener el teléfono o al teclear en teclados pequeños pueden contribuir a la inflamación de los tendones en el codo.

 

Otros dolores y efectos secundarios

El impacto del celular va más allá de lo musculoesquelético:

  • Fatiga visual y ojos secos: La concentración en una pantalla pequeña y la reducción del parpadeo pueden llevar a vista cansada, sequedad ocular, irritación y visión borrosa.
  • Trastornos del sueño: La luz azul emitida por las pantallas interfiere con la producción de melatonina, la hormona del sueño, lo que puede dificultar conciliar el sueño y afectar su calidad.
  • Impacto psicológico: El uso excesivo puede generar ansiedad, estrés, dependencia e incluso depresión, especialmente en adolescentes, debido a la comparación social y la presión de estar siempre conectado.
  • Reducción de la actividad física: El tiempo que pasamos en el celular a menudo reemplaza el tiempo que podríamos dedicar a actividades físicas, exacerbando los problemas posturales y el sedentarismo.

 

Prevención y hábitos Saludables

La buena noticia es que muchos de estos problemas son prevenibles o pueden aliviarse con cambios simples en nuestros hábitos:

  1. Levantá el teléfono a la altura de los ojos: En lugar de inclinar la cabeza, subí el celular para que la pantalla esté a la altura de tus ojos. Esto mantiene tu cuello en una posición neutra.
  2. Usa ambas manos: Al escribir mensajes, intentá usar ambas manos o, mejor aún, apoya el teléfono en una superficie para no forzar los pulgares.
  3. Descansos frecuentes: Cada 20-30 minutos, toma un breve descanso de 5 minutos. Levantate, estirá tu cuello y hombros, mirá a lo lejos para relajar tus ojos.
  4. Estiramientos específicos: Realizá estiramientos suaves para el cuello, hombros y muñecas varias veces al día. Incluí ejercicios de rotación de cuello, elevación de hombros y flexión de muñecas.
  5. Ejercicio regular: Fortalecé los músculos del cuello y la espalda. Ayuda a mantener una buena postura y reduce el riesgo de lesiones.
  6. Ergonomía en el escritorio: Si usás el celular en el contexto laboral, asegúrate de que tu silla, escritorio y pantalla (si usas una externa) estén configurados ergonómicamente.
  7. Limitá el tiempo de pantalla: Sé consciente del tiempo que pasas en el celular y establece límites, especialmente antes de dormir.
  8. Busca ayuda profesional: Si experimentas dolor persistente o entumecimiento, consulta a un médico, fisioterapeuta o quiropráctico. Ellos pueden diagnosticar la causa y recomendar un plan de tratamiento adecuado.

“El celular es una herramienta poderosa, pero como cualquier herramienta, su uso inadecuado puede ser perjudicial. Adoptar hábitos conscientes y saludables es clave para disfrutar de sus beneficios sin comprometer nuestra salud postural y bienestar físico. Tu cuerpo te lo agradecerá”, concluyó Valdivieso.

El profesional estuvo en Cada Día, mirá la nota