Marzo, un mes de transición y renovación, se ha convertido en el epicentro de rupturas amorosas, desatando una “teoría” que explora los vínculos y sus fragilidades, especialmente al inicio del otoño-invierno y tras el fin de las vacaciones.
En el vasto universo de las relaciones amorosas, marzo se ha erigido como un mes de particular intensidad emocional, marcado por un aumento significativo en las rupturas de pareja. La llamada “teoría de marzo” ha surgido en las redes sociales, alimentada por testimonios y experiencias que sugieren que este mes ejerce una influencia inusual en los vínculos afectivos.
¿Qué es la teoría de marzo?

La teoría de marzo no se basa en fundamentos científicos, sino en la observación de un patrón recurrente: muchas parejas, independientemente de la duración de su relación, experimentan rupturas durante este mes. Se atribuye este fenómeno a la coincidencia con el inicio del otoño-invierno en el hemisferio sur, un momento de transición y reflexión tras el período vacacional, que podría desencadenar cambios emocionales y reflexiones profundas sobre la vida y las relaciones.
Posibles causas de las rupturas en marzo
- El efecto del cambio de estación: La llegada del otoño-invierno, con sus días más cortos y la disminución de la luz solar, puede influir en el estado de ánimo y la percepción de la vida. Este cambio estacional podría generar una mayor introspección y cuestionamiento sobre la satisfacción personal y la felicidad en la relación.
- El fin del período vacacional: “Las vacaciones suelen ser un tiempo de mayor relajación y desconexión de la rutina diaria. Al regresar a la realidad, las parejas pueden enfrentarse a problemas que habían quedado en el segundo plano, lo que podría desencadenar rupturas”, argumentó el psicólogo Marcelo Ceberio.
Y sumó la reflexión post-festividades, ya que “luego de ellas las parejas pueden enfrentar una realidad más cruda, donde las expectativas y las ilusiones se desvanecen. Este período de reflexión podría revelar problemas subyacentes que llevan a la ruptura.
-¿Influyen los factores psicológicos y emocionales?
Definitivamente, la disminución de la luz solar puede influir en los niveles de serotonina, un neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo. Este cambio hormonal podría generar una mayor sensación de melancolía o introspección, lo que podría llevar a decisiones impulsivas o a la búsqueda de cambios. Se suma la influencia de las redes sociales, con narrativas compartidas en las redes sociales, pueden influir en el cómo se perciben las relaciones.
-¿Cómo afecta a las parejas?
La teoría de marzo, más allá de su validez científica, plantea interrogantes sobre la naturaleza de los vínculos y su fragilidad. Las parejas que experimentan dificultades durante este mes pueden enfrentar desafíos adicionales. Algunas de ellas:
Incertidumbre y ansiedad: La sensación de que su relación está en riesgo puede generar ansiedad y preocupación.
Conflictos intensificados: Los problemas existentes pueden agravarse, provocando discusiones y rupturas.
Reflexión profunda: Algunas parejas pueden utilizar este período para evaluar su relación y tomar decisiones importantes sobre su futuro.
Consejos para fortalecer los vínculos en marzo
- Comunicación abierta: Fomentar el diálogo sincero y la expresión de emociones.
- Tiempo de calidad: Dedicar tiempo a actividades compartidas y momentos de conexión.
- Apoyo mutuo: Brindar apoyo emocional y comprensión a la pareja.
- Flexibilidad y adaptabilidad: Estar dispuesto a adaptarse a los cambios y desafíos.
- Buscar ayuda profesional: Si los problemas persisten, considere la terapia de pareja.
“La teoría de marzo, aunque carece de base científica, nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar y fortalecer nuestros vínculos afectivos, especialmente en momentos de transición y cambio”, concluyó el profesional.