Descubrí cómo la meditación, más que una práctica , se convierte en una poderosa herramienta para impulsar la serotonina, disipar el cortisol y encontrar el equilibrio mental necesario para vivir plenamente en el presente.
En el torbellino de la vida moderna, donde el estrés y la ansiedad parecen compañeros constantes, la búsqueda de herramientas para el bienestar mental se vuelve primordial. “La meditación, una práctica ancestral que ha trascendido culturas y épocas, emerge como un faro de calma y equilibrio. Lejos de requerir posturas imposibles o silencios absolutos, la meditación se presenta como una habilidad accesible que, practicada con constancia y paciencia, puede generar profundos beneficios en nuestra química cerebral y nuestra capacidad para vivir en el aquí y ahora”, argumentó Nena Agustí, terapéutico holística.
Serotonina vs. Cortisol: la danza bioquímica del bienestar
Para comprender el poder de la meditación, es útil observar la danza bioquímica que ocurre en nuestro cerebro. La serotonina, una clave del neurotransmisor, juega un papel fundamental en la regulación del estado de ánimo, el sueño, el apetito y la sensación de bienestar. Según precisó la profesional “los niveles saludables de serotonina se asocian con la calma, la felicidad y la estabilidad emocional. Por el contrario, el cortisol es la hormona del estrés, liberada en respuesta a situaciones de peligro o tensión. Si bien una respuesta de cortisol aguda es necesaria para la supervivencia, los niveles crónicamente elevados pueden tener efectos perjudiciales en la salud física y mental, contribuyendo a la ansiedad, la depresión, problemas de sueño y un sistema inmunológico debilitado”.
-¿Cómo actúa la meditación en este sentido?
La meditación actúa como un modulador natural de esta danza. Diversos estudios han demostrado que la práctica regular puede aumentar los niveles de serotonina y disminuir la producción de cortisol, favoreciendo un estado mental más equilibrado y resiliente. Al aquietar la mente y reducir la respuesta al estrés, la meditación permite que el cuerpo regule sus hormonas de manera más eficiente, promoviendo una sensación de paz interior y bienestar duradero.
Integrar la meditación a tu vida
La idea de meditar diariamente puede parecer abrumadora al principio. Sin embargo, la clave reside en comenzar de a poco y ser constante. No se trata de dedicar horas interminables, sino de integrar pequeños momentos de presencia a lo largo del día.
- Cómo empezar: Comienza con sesiones cortas de 5 a 10 minutos. Buscá un lugar tranquilo donde puedas sentarte cómodamente, ya sea en una silla con los pies apoyados en el suelo o en un almohadón con las piernas cruzadas si te resulta cómodo. No te preocupes por la postura perfecta, lo importante es estar relajado pero alerta. Sin embargo, el lugar puede puede ser en un impás en tu trabajo, en el auto estacionada, o en la cotidianidad que se presente dentro de lo que se pueda.
- El cuándo: No hay un momento “perfecto” para meditar, pero integrar la práctica en momentos específicos del día puede facilitar la creación de un hábito. Prueba meditar por la mañana al despertar para establecer una intención de calma para el día, durante un descanso en el trabajo para liberar tensión, o por la noche antes de dormir para relajar la mente y facilitar el sueño.
- La respiración como ancla: La respiración es una herramienta poderosa para anclar la atención en el presente. Con cada inhalación y exhalación, siente el aire entrar y salir de tu cuerpo. No intente controlar la respiración, simplemente obsérvala tal como es.
- Aceptá los pensamientos: Es natural que los pensamientos surjan durante la meditación. No luches contra ellos ni te juzgues por tenerlos. Simplemente observalos como nubes en el cielo y suavemente volvé a enfocar tu atención en la respiración.
Estar en el aquí y ahora: el regalo de la presencia

“Uno de los mayores beneficios de la meditación es su capacidad para cultivar la atención plena, la habilidad de estar plenamente presente en el momento actual, sin juzgar ni aferrarse a pensamientos sobre el pasado o preocupaciones sobre el futuro. Al practicar la meditación, entrenamos nuestra mente para enfocarnos en el presente, permitiéndonos experimentar la vida con mayor intensidad y apreciación”, apunta Nena Agustí.
Consejos para cultivar la presencia:
- Involucrá tus sentidos: Prestá atención las sensaciones físicas de tu cuerpo, a los sonidos que te rodean, a los olores presentes.
- Realizá actividades cotidianas con atención plena: Lavá los platos, caminar, prestando total atención a cada movimiento y sensación.
- Utilizá recordatorios: Colocá notas o alarmas suaves que te recuerden detenerte y respira conscientemente a lo largo del día.
- Sé paciente con vos misma :La plena atención es una habilidad que se desarrolla con la practicá .Habrá momentos en que tu mente divague, y eso está bien. Simplemente volvé a enfocarte suavemente.
La meditación no es una solución mágica. Pero sí una herramienta poderosa y accesible para cultivar el bienestar mental y emocional. Al integrarla gradualmente en nuestra vida diaria, podemos impulsar la producción de serotonina, reducir el impacto del cortisol y aprender a vivir con mayor plenitud en el presente, encontrando un equilibrio duradero en medio del ajetreo cotidiano. El viaje hacia la calma y la presencia comienza con un simple respiro consciente.