“No le teman al diablo, témanle al que finja ser un ángel”, el enigmático anuncio del futbolista en las redes sociales.
El futbolista del Galatasaray utilizó su cuenta de Instagram para lanzar una frase enigmática sin dedicatoria especial, aunque sus seguidores contemplaron hacia quién podría estar dirigida. Y es que Wanda-gate no para. De hecho, es una usina inquebrantable de hacer contenido, pase lo que pase y caiga quien caiga.
Alejado de las canchas por una grave lesión, Mauro Icardi se consolida como un influencer. El futbolista compartió una sesión de fotos en Instagram donde se lo puede ver disfrutando de un día de sol en un lugar paradisíaco.
El posteo no tardó en superar los 750 mil likes y también le permitió llegar a los 666 millones de visualizaciones de su perfil en los últimos 30 días. Aprovechando que llegó a esa “fecha satánica”, el goleador lanzó una provocativa reflexión: “No teman al diablo, teman a quien finge ser un ángel”.
Por su lado, los usuarios que consumen cada posteo como una verdadera novela, comenzaron a debatir en redes sociales sobre la posible intención detrás de esas palabras, especulando que podían estar cargadas de referencia al contexto personal del futbolista. Las interacciones entre las figuras públicas involucradas, marcadas por controversias y enfrentamientos mediáticos, alimentaron las interpretaciones. El comentario, que incluyó un tono enigmático, fue percibido por algunos como un ataque velado, aunque otros opinaron que podía ser simplemente un pensamiento aislado.
Wanda en otra
El mismo día en que la publicación de Icardi generaba revuelo, Wanda Nara permanecía en el sanatorio Otamendi, acompañando a su hijo mayor, Valentino López, quien debió someterse a una cirugía nasal. Este procedimiento, que según informaron fuentes cercanas a la familia no revestía gravedad, mantuvo a la conductora de Bake Off Argentina apartada de cualquier comentario relacionado con las palabras de su expareja. Su atención parecía estar centrada exclusivamente en la recuperación de Valentino, mientras que el entorno mediático no cesaba de vincular su situación personal con los acontecimientos digitales.
La preocupación de la empresaria por la salud de su hijo mayor, fruto de su relación con Maxi López, se hizo evidente en una serie de publicaciones que compartió en sus redes sociales. El joven, de 15 años, debió ser sometido a una cirugía nasal en el Sanatorio Otamendi, una intervención que había sido programada, pero que no dejó de generar sensibilidad y tensión en la conductora.
Como viene la historia solo podemos decir…”continuará”