Infección ocular: ¿Cuán peligrosa puede ser?

Infección ocular: ¿Cuán peligrosa puede ser?

Las infecciones oculares son afecciones comunes que afectan los ojos y pueden ocasionar molestias, visión borrosa o, en casos graves, daño permanente. Conocé las causas y consecuencias para prevenir daños mayores.

Una infección ocular se refiere a cualquier tipo de afección que afecta el ojo o las estructuras circundantes debido a la invasión de microorganismos como bacterias, virus u hongos.

Según precisó Carlos Gordillo, médico oftalmólogo, “las infecciones oculares pueden variar desde afecciones leves, como la conjuntivitis, hasta problemas más graves que requieren intervención médica urgente para evitar complicaciones y daños permanentes. En general, las infecciones oculares son más comunes en personas con una higiene ocular deficiente, aquellas que usan lentes de contacto o que están expuestas a ambientes poco higiénicos”.

Algunas causas

Las infecciones oculares pueden ser causadas por diferentes tipos de patógenos, y las principales incluyen:

-Bacterias: Las bacterias son responsables de muchas infecciones oculares comunes. Entre las más frecuentes están Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae. Las infecciones bacterianas pueden afectar la conjuntiva (la membrana que cubre la parte blanca del ojo) y provocar conjuntivitis bacteriana, o incluso invadir estructuras más profundas, como la córnea, causando úlceras corneales.

-Virus: Los virus, especialmente los que causan resfriados o infecciones respiratorias, pueden afectar el ojo. El adenovirus es uno de los más comunes y puede generar conjuntivitis viral, una de las infecciones oculares más frecuentes. También el herpes simple, que puede afectar los ojos y provocar queratitis herpética, una afección grave que puede dañar la córnea y afectar la visión.

-Hongos y parásitos: Aunque menos comunes, las infecciones fúngicas y parasitarias también pueden afectar los ojos. Los hongos, como Fusarium o Aspergillus, pueden ingresar al ojo a través de lesiones en la córnea, mientras que parásitos como Acanthamoeba pueden infectar a quienes usan lentes de contacto de manera inapropiada o en condiciones no estériles.

-Condiciones externas: La exposición a sustancias irritantes como humo, polvos o productos químicos también puede causar infecciones oculares secundarias. Además, los ojos secos o irritados pueden ser más susceptibles a infecciones.

Síntomas 

Pueden variar según el tipo de patógeno que la cause, pero algunos de los más comunes incluyen:

Enrojecimiento: La parte blanca del ojo (esclerótica) se torna roja o rosada debido a la inflamación de los vasos sanguíneos.

Lagrimeo excesivo: La producción de lágrimas puede aumentar en respuesta a la infección, lo que lleva a un exceso de humedad en los ojos.

Secreción ocular: Dependiendo de la causa, las infecciones pueden provocar secreciones amarillas o verdes (bacterianas) o claras y acuosas (virales).

Picazón o ardor: Los ojos pueden sentirse irritados, picar o arder, especialmente si la infección afecta la conjuntiva.

Sensibilidad a la luz: Algunas infecciones pueden causar fotofobia, o sensibilidad extrema a la luz.

Visión borrosa: La inflamación o las secreciones pueden interferir con la visión clara.

Dolor o presión ocular: En infecciones más graves, como las de la córnea o el interior del ojo, puede haber dolor intenso o sensación de presión.

Tratamientos 

El tratamiento adecuado para una infección ocular depende de su causa. Algunas infecciones oculares son leves y pueden tratarse con medidas caseras, mientras que otras requieren atención médica urgente.

-Conjuntivitis bacteriana: los médicos recetan antibióticos tópicos en forma de gotas o pomadas. Es crucial completar el tratamiento para evitar que la infección se propague.

-Conjuntivitis viral: No existe un tratamiento específico para las infecciones virales, ya que los antibióticos no son efectivos. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas mediante compresas frías, lubricantes oculares y analgésicos. En algunos casos, si el virus es el del herpes simple, se pueden recetar medicamentos antivirales.

-Infecciones fúngicas o parasitarias: Las infecciones por hongos o parásitos requieren medicamentos más especializados. En estos casos, el médico podría recetar antimicóticos o antiparasitarios en forma de gotas oculares o medicamentos orales.

Cuidados generales: Independientemente de la causa, es recomendable mantener una buena higiene ocular, evitar tocarse los ojos con las manos sucias, lavarse las manos frecuentemente y no compartir toallas o almohadas. Además, es fundamental evitar el uso de lentes de contacto durante la infección y cambiar los productos de limpieza de los lentes si fuera necesario.

Prevención

La prevención de las infecciones oculares incluye prácticas de higiene rigurosas, como lavarse las manos con frecuencia, evitar frotarse los ojos y utilizar productos de cuidado ocular de manera adecuada. En el caso de las personas que usan lentes de contacto, es fundamental seguir las instrucciones del fabricante y evitar el uso prolongado.

“Sin dudas las infecciones oculares son afecciones comunes pero tratables. Conocer sus síntomas y actuar rápidamente puede evitar complicaciones y preservar la salud visual. Si experimentas alguno de los síntomas mencionados, es importante consultar a un especialista para recibir el tratamiento adecuado”, concluyó el profesional.

El profesional estuvo en Cada Día, mirá la nota.