El último parte médico advierte que el pronóstico sigue siendo reservado. Tuvieron que hacerle transfusiones de sangre.
El Papa Francisco continúa en estado crítico después de haber experimentado una crisis respiratoria asmática prolongada. Según el último parte médico emitido por la Sala de Prensa del Vaticano, el Santo Padre requirió la aplicación de oxígeno de alto flujo para mejorar su respiración.
Los análisis realizados también detectaron trombocitopenia, un trastorno asociado a la anemia, lo que llevó a los médicos a proceder con transfusiones de sangre. Aunque el Papa se mantuvo consciente, experimentó más dolor que en días anteriores y pasó el día en su sillón.
A pesar de que los médicos informaron que su condición sigue siendo grave, el pronóstico sigue siendo reservado. El Pontífice, de 87 años, permanece bajo atención intensiva en el hospital Gemelli de Roma.
El papa Francisco permanece internado desde el 14 de febrero debido a una neumonía bilateral.
Qué es la trombocitopenia
La trombocitopenia es una condición médica que implica una disminución anormal del número de plaquetas en la sangre. Las plaquetas son cruciales para la coagulación, ya que ayudan a prevenir hemorragias al formar coágulos en los vasos sanguíneos dañados.
La posibilidad de una renuncia papal
Francisco, quien asumió el Pontificado tras la renuncia de Benedicto XVI en 2013, ha manifestado en diversas ocasiones la posibilidad de seguir el mismo camino si su estado de salud le impidiera cumplir con sus funciones. En una entrevista con el diario español ABC en 2022, el Papa reveló que ya ha firmado su renuncia en caso de incapacidad médica.
“Ya he firmado mi renuncia. El secretario de Estado en ese momento era Tarcisio Bertone. Lo firmé y dije: ‘Si sufriera una discapacidad por razones médicas o lo que sea, aquí está mi renuncia‘”, comentó en aquella oportunidad. Actualmente, se cree que la carta estaría en poder de su sucesor en la Secretaría de Estado, Pietro Parolin.
Sin embargo, el Papa ha dejado en claro que su dimisión no es una decisión inminente. En febrero de 2023, durante un viaje a África, reafirmó que el ministerio papal es “ad vitam” (para toda la vida) y que la renuncia de Benedicto XVI no debe convertirse en una norma.
Por el momento, Francisco sigue recuperándose en el Policlínico Gemelli, donde continuará bajo observación médica hasta que su estado de salud permita su regreso a sus actividades habituales en el Vaticano.