El esquema de segmentación por niveles de ingresos seguiría vigente por dos años más. Buscan evitar un impacto brusco en los hogares mientras avanzan con recortes focalizados y una transición hacia tarifas más realistas.
El Gobierno nacional evalúa prorrogar por dos años más el sistema de subsidios a las tarifas de gas y electricidad, vigente desde 2022 y con vencimiento este 31 de mayo.
Según confirmaron fuentes oficiales, la medida sería formalizada mediante un decreto en las próximas horas. Así, la administración de Javier Milei dejaría en pausa su propuesta inicial de implementar, desde 2025, el cobro del costo total de la energía para la mayoría de los usuarios residenciales.
La segmentación actual establece tres grupos según el nivel de ingresos:
- Nivel 1 (altos ingresos o quienes renunciaron al subsidio).
- Nivel 2 (ingresos bajos).
- Nivel 3 (ingresos medios).
Actualmente, unos 9,5 millones de hogares encuadrados en los niveles 2 y 3 acceden a descuentos que, dependiendo del consumo, pueden cubrir hasta el 65% de la tarifa.
La intención oficial con esta prórroga es garantizar una “transición ordenada” hacia tarifas que reflejen el verdadero costo de la energía, sin comprometer el acceso a los servicios esenciales para los sectores más vulnerables.
Desde el Ejecutivo aseguran que el proceso de actualización tarifaria ya permitió que la mayoría de los hogares cubran alrededor del 80% del valor real del servicio.

Ajustes selectivos y control fiscal: los otros movimientos en el área energética
Mientras se avanza con esta prórroga, el Gobierno también implementa recortes puntuales en los subsidios para reducir el gasto público sin afectar la asistencia dirigida a quienes más lo necesitan.
En las últimas semanas, se eliminó el beneficio por “Zona Fría” para más de 150.000 usuarios que poseían múltiples medidores a su nombre.
Además, se suspendieron los subsidios eléctricos para unos 15.500 usuarios de barrios privados y zonas de alto poder adquisitivo, como Puerto Madero. Según trascendió, esta medida se extenderá en los próximos meses a otras zonas residenciales premium del país.
Estas acciones forman parte del objetivo central de la gestión Milei: ordenar las cuentas públicas sin dejar de brindar contención social a través de políticas específicas. En ese marco, también se puso en marcha la Revisión Quinquenal Integral (RQI) para las empresas distribuidoras y transportistas de gas y electricidad, una herramienta que podría derivar en nuevas actualizaciones tarifarias.
¿Qué se espera para los próximos meses?
Si bien el plan oficial a largo plazo contempla la eliminación de los subsidios generalizados, por el momento se mantiene la idea de sostener una tarifa social enfocada en hogares vulnerables.
La combinación entre el contexto económico, las urgencias del sistema energético y el calendario político llevó a elegir una transición más progresiva.
La extensión del llamado “Período de Transición a Subsidios Energéticos Focalizados” permitiría seguir ajustando los criterios de asignación de subsidios, mejorar los controles y avanzar en la desregulación del sector sin comprometer el consumo básico de millones de argentinos.