La obesidad, una epidemia global, exige un enfoque integral que combine ejercicio regular y una alimentación equilibrada para recuperar la salud y el bienestar. La palabra profesional sobre el tema.
La obesidad, caracterizada por un exceso de grasa corporal, se ha convertido en un desafío de salud pública a nivel mundial. Sus consecuencias abarcan desde enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 hasta problemas articulares y depresión. Sin embargo, la buena noticia es que el ejercicio regular y una alimentación saludable pueden revertir esta situación, mejorando significativamente la calidad de vida.
Ejercicio: un aliado fundamental

“La actividad física es crucial en la lucha contra la obesidad. No solo ayuda a quemar calorías, sino que también fortalece los músculos, mejora la salud cardiovascular y reduce el estrés. La clave está en encontrar un tipo de ejercicio que disfrutes y que puedas mantener a largo plazo”, explica el médico Jorge Pujol.
-¿Qué ejercicio es ideal a nivel aeróbico?
Caminar, correr, nadar, andar en bicicleta o bailar son excelentes opciones para quemar calorías y mejorar la resistencia cardiovascular. Todo dependerá de la persona y su situación de obesidad. Hay que buscar actividades que no resulten agresivas, ya que hay que ir de a poco, y acompañando todo con una adecuada alimentación. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado o 75 minutos de ejercicio vigoroso a la semana.
-¿Las pesas son buenas para bajar de peso?
Totalmente, y sobre todo protege nuestras articulaciones y músculos. Levantar pesas, usar bandas de resistencia o hacer ejercicios con el propio peso corporal ayuda a fortalecer los músculos y aumentar el metabolismo. Se recomienda realizar ejercicios de fuerza al menos dos veces por semana, trabajando todos los grupos musculares principales, pero siempre guiado por un profesor.
No hay que hacer ejercicios de impacto si se tiene mucho sobrepeso. Actividades como nadar o caminar son muy buenas. Lo importante es que la alimentación acompañe, no se trata de dejar de comer o de correr maratones. Ser equilibrados en este sentido y guiados por profesionales es vital.
¿Los ejercicios de flexibilidad y equilibrio ayudan?
Totalmente, el yoga, el pilates o el tai chi mejoran la flexibilidad, el equilibrio y la postura, reduciendo el riesgo de lesiones y mejorando la calidad de vida. Incorporar ejercicios de flexibilidad y equilibrio a la rutina diaria, especialmente si se pasa mucho tiempo sentado.
Alimentación: la base de un estilo de vida saludable

“El ejercicio por sí solo no es suficiente para combatir la obesidad. Una alimentación equilibrada y nutritiva es fundamental para alcanzar y mantener un peso saludable”, sosiene Pujol.
Algunos tips a tener en cuenta en este sentido:
- Alimentos frescos y naturales : Priorizá el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y proteínas magras. Estos alimentos son ricos en nutrientes y fibra, lo que ayuda a controlar el apetito y mantener un peso saludable.
- Grasas saludables : Incorporá grasas saludables a tu dieta, como las que se encuentran en la palta (ser cuidadosos con las grasas buenas), los frutos secos, las semillas y el aceite de oliva. Las grasas saludables son esenciales para la salud cardiovascular y el funcionamiento del cerebro, pero adaptadas a cada caso, ya que una persona con obesidad tendrá más restringido su consumo.
- Limitar los alimentos procesados : Evitar los alimentos procesados, las bebidas azucaradas, las grasas saturadas y las grasas trans. Estos alimentos son ricos en calorías y bajos en nutrientes, lo que contribuye al aumento de peso y a problemas de salud.
- Hidratación : Beber suficiente agua a lo largo del día. El agua ayuda a controlar el apetito, mejora la digestión y favorece la eliminación de toxinas.
Consejos para un cambio duradero
- Consulta a un profesional: Un médico, un nutricionista o un entrenador personal pueden ayudar a diseñar un plan de ejercicio y alimentación personalizado.
- Establecer metas realistas : No te presiones para alcanzar resultados inmediatos. Establecé metas pequeñas y alcanzables, y celebrá cada logro.
- Buscá apoyo : Compartí tus metas con amigos, familiares o grupos de apoyo. Tener apoyo emocional puede ayudarte a mantener la motivación y superar los obstáculos.
- Disfrutá del proceso : Encontrá actividades físicas y alimentos que disfrutes. Hacé ejercicio y comé saludablemente debe ser un placer, no una tortura.
La lucha contra la obesidad es un camino que requiere paciencia, perseverancia y compromiso. Sin embargo, los beneficios para la salud y la calidad de vida son incalculables.
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