La ANMAT prohibió el uso y la comercialización de dos repelentes populares tras detectar irregularidades en sus registros. Enterate qué marcas no deberías usar para cuidar tu salud este verano.
El verano trae consigo altas temperaturas, actividades al aire libre y, lamentablemente, la presencia de mosquitos. En esta temporada, los repelentes se convierten en un aliado imprescindible para protegernos de picaduras y enfermedades como el dengue.
No todos los productos disponibles en el mercado son seguros. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) emitió una alerta sobre dos marcas de repelentes que no cumplen con las normas sanitarias y prohibió su comercialización en todo el país.
En una medida que busca garantizar la seguridad de los consumidores, la ANMAT dispuso la prohibición del uso, venta y publicidad de dos productos repelentes ampliamente utilizados. Según lo informado en el Boletín Oficial del miércoles 22 de enero, esta decisión afecta a un producto natural y a otro de origen nacional que resultó ser falsificado.
La disposición 417/2025 señala que el “repelente natural en base de aceite de citronella, marca Mosquichau“, quedó fuera de circulación en todas sus presentaciones, lotes y fechas de vencimiento.
La investigación reveló que este producto no cuenta con los registros de establecimiento ni de producto exigidos por la normativa, lo que lo convierte en ilegal. Además, no existen datos que lo vinculen con las inscripciones necesarias ante la ANMAT.

Por otra parte, mediante la disposición 459/2025, se prohibió la comercialización del “Stop, repelente de insectos“, identificado como un producto falsificado de la marca Dr. Farma. Según la entidad, este artículo presentaba datos sanitarios fraudulentos y no se pudo verificar su lugar de fabricación, eficacia ni seguridad, generando un grave riesgo para la salud de los consumidores.
La ANMAT enfatizó que los repelentes falsificados no garantizan su formulación con ingredientes seguros, lo que puede poner en peligro la salud pública. Por este motivo, se ordenó retirar los productos del mercado, prohibir su distribución y evitar su publicación en plataformas de venta en línea.