La periodista Julia Vial remeció las redes sociales al relatar un incómodo momento que vivió en el vuelo que tomó desde Río de Janeiro a Santiago de Chile para regresar de unos días de descanso que tuvo con su familia, los cuales terminaron envueltos en una discusión con una auxiliar de vuelo, quien prohibió que la hija de la animadora de “Hola Chile” de La Red, Julia de siete años de edad, pudiera ir al baño 

Tal como lo señaló la misma comunicadora, el avión llevaba cerca de dos horas con turbulencias y su hija ya no aguantaba más sus ganas de ir al baño. Ella le dijo a la auxiliar de vuelo, pero la mujer comenzó a gritarle y la amenazó con llamar a la policía, a pesar de que Julia le decía que ella se hacía responsable si pasaba algo.

A través de un comunicado la aerolínea en cuestión – LATAM Brasil – contestó a la denuncia de esta manera:

“En relación a lo sucedido en el vuelo LA 236 del martes 21 de noviembre que hacía la ruta Río de Janeiro-Santiago, LATAM lamenta sinceramente los inconvenientes que afectaron a la pasajera Julia Vial y su hija”, destacando sobre lo mismo, “cuando las señales de abrocharse el cinturón son encendidas por el comandante de la aeronave, esta instrucción – establecida en el Código Aeronáutico – debe ser respetada por todos los pasajeros y tripulación del vuelo”.

Cabe mencionar que, si una azafata permite que la señal de abrocharse el cinturón sea ignorada por algún pasajero, arriesga su cargo y a la aerolínea de ser multada ya que esta es una ley. 

Los tripulantes pueden ser multados e incluso despedidos si no avisan de que la señal de seguridad sigue encendida. Al decir “vale, pero anda con cuidado”, o “espera un ratito más que ya se apaga”, los tripulantes pueden ser multados por las autoridades de la aviación si justo hay un inspector a bordo. O puede haber juicios a la aerolínea si algún pasajero sale herido, situación muy posible si estás en zona de turbulencias.