Un conflicto se generó en Guaymallén por el posible cierre de una fábrica. Los vecinos, tras reiteradas quejas, lograron que la Municipalidad cierre temporalmente del lugar porque no cumple con los requisitos de seguridad e impacto ambiental.
Del otro lado, están los trabajadores quienes aseguraron que los reclamos son infundados y que si se cierra la fábrica corren riesgo quince puestos de trabajo.
Por su parte, la comuna determinó la clausura temporaria e impuso una multa económica a la grasería López. La fábrica de jabón emplazada en Pedro Molina debe cumplir con una serie de requisitos para que se ponga en consideración su reapertura.
La empresa lleva más de 40 años en la esquina de Río Negro y Figueroa Alcorta, incluso antes de que se construyeran muchas de las viviendas que hoy han conformado esta importante zona urbana.
Donde los vecinos denuncian olores nauseabundos, presencia de ratas, moscas y rocío de grasa en ropa y que abundan las plagas de roedores. Quince trabajadores dependen directamente de la fábrica. Algunos de ellos continúan en el lugar que ocupaban sus padres.
Una posibilidad que plantean los vecinos es el traslado de la planta. Aunque esa alternativa está en manos solo de los dueños.
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