En Encontrá tu Psicólogo, haciendo dos o tres clicks, ya se consigue el contacto de un profesional enfocado en lo que uno necesite (el sitio usa algoritmos para saber que te conviene más por tu problema, tus horarios y lo que puedas pagar). Encima, la primera sesión es gratis. Así que si estás necesitando ayuda ahí podes conseguirla fácilmente. La mayoría de los que atienden por web lo hacen por mail, llamadas de Skype o Hangouts y WhatsApp.
A eso se dedica Luciano Brandan, que maneja el sitio Terapia Online. “Es la misma terapia sólo que aprovecha las facilidades de la web. Yo prefiero que sea a través de una comunicación de audio y video, es importante la posibilidad de poder verse y oírse bien. Tener una buena comunicación para poder establecer una buena transferencia al igual que si estuviésemos cara a cara en mi consultorio”, dice.
Las consultas son las mismas que en el consultorio físico. “El amor es el tema central, el amor y el desamor. Luego sí podemos hablar de todo, las distintas dimensiones, satisfacciones, dolores, carencias, que nos producen en los humanos estas cuestiones. Todas las consultas terminan siendo historias de amor”, asegura.
Según los psicólogos que hacen esto, a la gente le entusiasma esta modalidad porque es más barato y más fácil. Muchas veces es la única alternativa para la gente que está impedida físicamente de ir hasta el lugar.
A mitad de camino está Marelis López, psicóloga de la UBA y magíster en sociología, que tiene sus pacientes cara a cara y está experimentando con uno online. “Mi trato es como si fuera alguien que va a mi consultorio, es exactamente igual. Escucho y ayudo. Es un caso que lo ameritó en su momento por la distancia”. Para ella no hay diferencia en algunos casos y se usan las mismas técnicas.
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¿Conviene o no?
“Existen algunos estudios que indican que la terapia cognitivo conductual (o TCC) por video es eficaz. Creo que es una opción valiosa cuando se tiene en cuenta que en ciertas ciudades puede no haber psicólogos especializados en el tratamiento con apoyo empírico para un problema y la única forma en la que puede recurrir a un tratamiento con apoyo empírico es a distancia. Sirven para diferentes problemas, entre ellos trastornos de ansiedad y TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo)”, cuenta Gerardo Primero, psicólogo de la UBA.
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