El hospital Lagomaggiore de Mendoza tuvo una triste noticia en cuanto a nacimientos, 160 niños nacieron con cocaína en sangre y en la mayoría de los casos, las madres reconocieron ser adictas a esta droga.
Este dato negativo se suma al de la DINAF que señala que el 80% de los bebés que ingresan a Casa Cuna están intoxicados con cocaína, algunos son recién nacidos cuyas madres son adictas y otros sufren las consecuencias de la droga cuando son amamantados.
Al respecto, el especialista mendocino experto en Toxicología, Sergio Saracco, señaló que hay consecuencias muy graves en los niños que nacen con cocaína en sangre y especificó: "van a tener menos peso al nacer y van a ser más pequeños" y explicó "la cocaína en la placenta produce una contracción que dificulta la cantidad de sangre y por ende de oxigeno que recibe el niño".
Saracco aclaró, además, que los niños van a sentir este problema en la edad preescolar y escolar ya que sufrirá problemas en la concentración, en la compresión de textos y Saraco señaló que "por ello esta situación va a impactar directamente con el éxito educativo y posteriormente con el laboral".