Comienza el juicio por Gisela Gutiérrez, la joven que desapareció en La Favorita. La fiscalía solicitará que se declare culpable de femicidio al principal sospechoso, mientras que la defensa sostiene que no estaba en ese lugar cuando se lo acusó.
En el primer día de juicio, se eligieron los jurados y se dio lugar a los alegatos de apertura.
El fiscal planteó que el acusado, Díaz Tejera, es culpable, ya que gracias al aporte de testigos y pruebas que serán presentadas en el juicio se pudo comprobar que él la asesinó luego de que Gisela se negara a tener relaciones sexuales con él y se riera de su condición física de “tuerto”.
Él y otros dos acusados se habrían deshecho del cuerpo en un puesto cercano a la casa de sus padres. Todos los testimonios de identidad reservada (3) corroboran esta hipótesis.
La querella avaló la hipótesis de la fiscalía. Sumó una caracterización de Gisela como una mujer vulnerable, con problemas de consumo de alcohol y bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico, luego de una denuncia de una violación masiva, causa del embarazo que cursaba al momento de desaparecer.
La querella asegura que el culpable es Díaz Tejero.
La defensa sostiene la lisa y llana inocencia de su cliente. Señalaron que estaba en otro lugar ese día que se descartaron otras tres hipótesis posibles por parte de la fiscalía.
La defensa del principal acusado pide seguir la búsqueda y presenta un testigo que asegura haberla visto meses después con vida.
A siete años de su desaparición, inició el juicio por la muerte de Gisela Gutiérrez.
Hay dos acusados, uno de ellos es juzgado por un jurado popular para determinar si fue el autor del femicidio. La defensa pide la inocencia y seguir buscando a la joven madre desaparecida en 2015.
Gisela Gutiérrez fue vista por última vez en julio de 2015, en el barrio La Favorita, luego de denunciar que era explotada sexualmente.
La mujer, que al momento de su desaparición tenía 25 años, era madre de tres niños y estaba embarazada producto de una violación que había denunciado.
Durante años el caso fue un misterio, hasta que en noviembre del 2020, el ministerio de Seguridad ofreció una recompensa de 500 mil pesos para quien aportara datos sobre lo ocurrido.
En diciembre, el caso dio un giro y testigos señalaron Héctor Negrucho Díaz Tejera, vecino de la víctima, como autor del crimen y desaparición de Gisela.
Los testigos dijeron que durante una reunión de amigos en una casa, el hombre quiso mantener relaciones con la joven y ella se negó. Él le habría disparado en la cabeza.
De acuerdo a las declaraciones, Negrucho, junto a un grupo de amigos, se habría reunido con Gisela en una vivienda del barrio, a cinco cuadras de la casa de la joven. En esa reunión el hombre habría querido mantener relaciones sexuales, pero Gisela se negó.
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