“Siento ganas de orinar, pero voy y hago con ardor y siento mi vejiga llena”, “siento mucho ardor al orinar, pero no me encuentran la causa”; éstas y otras tantas declaraciones suelen escucharse de forma asidua cuando de hablar de infecciones urinarias se trata.
Según contó la médica ginecóloga Pilar Poggi, “a la hora de hablar de cistitis hay que entender antes que nada de qué se trata. En este sentido, la cistitis es la infección urinaria que afecta a la vejiga.
Entendamos que la vejiga es esa bolsita que tenemos hombres y mujeres en la pelvis, que vive recogiendo la orina que generan los riñones, a medida que va pasando el día, para que luego de manera espontánea cuando uno lo desea va al baño, para desecharlo a través de la uretra.
Dependiendo de dónde se encuentre la infección urinaria la vamos a llamar de diferente manera: pielonefritis si está en los riñones, cistitis si está en la vejiga, uretritis si está en la uretra.
Se supone que todo el trayecto que recorre la orina desde que se forma hasta que sale es estéril, por lo que si eventualmente una bacteria llegara y generara una infección nos podemos encontrar con esta situación.
- ¿Qué síntomas presentan los pacientes?
La urgencia para ir al baño todo el tiempo, ardor al orinar, y dolor en la zona pélvica baja. Hasta allí si hablamos de una cistitis no complicada. Ante la presencia de otros síntomas como presencia de sangre en la orina, dolor a nivel de la espalda baja, fiebre, náuseas o vómitos, ya estamos hablando de que esa cistitis quizá se complicó y esté en los riñones y necesitemos un tratamiento más fuerte.
- ¿Las mujeres tienen más predisposición?
Sí por una cuestión anatómica. Por un lado, la uretra que es por donde sale la orina se encuentra mucho más cerca de la zona perianal que en el hombre. Esto hace que las bacterias de la zona perianal tengan más facilidad en la mujer de colonizar o de trasladarse, quizá por una mala higiene.
Por otro lado, el trayecto entre la uretra y la vejiga es mucho más corto y puede que se pueda filtrar alguna bacteria. También durante la premenopausia.
- ¿La predisposición genética existe en este sentido?
Totalmente. Hay cosas que pueden hacerse a modo de prevención como no usar el bidet cuando uno va a higienizarse, evitar la ropa húmeda cuando salimos de la pileta.
Luego de tener relaciones, no tardar mucho para ir al baño para que si las bacterias tuvieron algún tipo de ascenso por la uretra durante las relaciones sexuales, puedan ser expulsadas para que no lleguen hasta la vejiga y evitar infección.
- ¿El uso de piletas y uso de balnearios públicos incide?
En realidad, no, todo va a depender de la inmunidad de cada quien en este sentido.
- ¿Cómo cuidamos nuestra inmunidad?
Comiendo y durmiendo mejor, preservando los buenos hábitos, y minimizando el estrés, para estar fuertes y con las defensas adecuadas.
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