Cinco razones por las que no tenés que dejar de tener sexo

La ciencia se las ha ingeniado para saber si la abstemia sexual es un peligro para la salud. El Estudio Nun se ha encargado de analizar este fenómeno y desde 1986, analiza a 600 monjas que viven en eterno celibato.

El grueso de la literatura científica concerniente a este tema se ha esmerado en definir las bondades del sexo diario, y a partir de ellas, intuye los riesgos de no tenerlo. La sexualidad y la salud tienen una vinculación positiva, es cierto, pero en este artículo nos ocuparemos de lo contrario.

Estas son las cinco contraindicaciones que señalan los expertos:

Cuidado genital

Acostarnos con gente nos obliga a mantener activa la zona genital. La vagina es un músculo que se suele descuidar en periodos de abstinencia y la falta de ejercicio acarrea laxitud.

Cuando tenemos sexo la notamos y nos advierte de sus necesidades. En el caso del hombre el riesgo se llama cáncer de próstata. Cada vez que eyaculamos estamos poniendo en marcha mecanismos musculares, neuronales y endocrinos que hacen que el líquido fluya descongestionando así la próstata.

Sistema menos inmune

Algunos estudios sugieren que la actividad sexual ayuda a reforzar el sistema inmunológico. Lo malo es que quienes no copulan de forma habitual son más propensos a contraer enfermedades e infecciones diversas. Nuestros glóbulos blancos son menos eficientes.

Mayor ansiedad

Este punto quizás sea el más relevante, y tiene que ver con nuestras expectativas. Ser célibes por iniciativa propia no entraña ningún riesgo, es una decisión personal.

Diferente es cuando lo somos porque las circunstancias nos han puesto ahí, en ese caso sobreviene la frustración de perder aquello que una vez tuvimos y aún necesitamos. El celibato por obligación genera ansiedad.

Agresividad

Estudios vinculados a la salud sexual han deslizado la idea de que existe una causalidad directa entre falta de sexo y agresividad.

El celibato no te hace más inteligente

Los científicos han demostrado que la actividad sexual aumenta el crecimiento de las neuronas en el hipocampo del cerebro mientras que estando en celibato no se genera.