Concepción Arregui Moreno era intensamente buscada desde el 5 de febrero pasado cuando perdió contacto con sus familiares chilenos. El pasado martes su marido, Luis Audano, de 70 años, confesó haberla matado y haber arrojado su cuerpo a Potrerillos.
Desde entonces se llevan a cabo tareas de rastrillaje en las inmediaciones del dique para hallar los restos de la mujer chilena. Sin embargo, según la información publicada por diario El Sol, la labor se interrumpió hasta mañana a causa de las tormentas.
La Justicia baraja la posibilidad de que el imputado participe de la búsqueda. También se evalúa pedir a Prefectura un robot submarino. El lugar tiene entre 30 y 40 metros, pero a partir de los 10 metros no hay visibilidad. "La búsqueda está siendo artesanal", explicó el fiscal adjunto Gonzalo Nazar y no creen que haya resultados inmediatos.
El fiscal detalló que la confesión del crimen se produjo este martes durante el interrogatorio, mientras le mostrando las pruebas que lo incriminaban. En ese momento, el hombre se quebró y admitió que le disparó aunque no precisó el día, ni el lugar, como así tampoco la parte del cuerpo donde recibió el tiro.
Audano aseguró que para deshacerse de Concepción utilizó un gomón para adentrarse al lago. Luego, ató el cuerpo a un balde con cemento o piedras y lo lanzó al agua para que se hundiera.
La versión del hombre "es lógica" y a priori no se estudia que tuviera cómplices, aunque se trata de un hombre de 70 años. Además, se descubrió que tenía armas a su nombre.
Por otro lado, de no encontrarse el cadáver la causa continuará su curso y al sujeto le podría caber la pena de prisión perpetua. No saben aún el móvil por eso no está caratulado como femicidio hasta el momento.
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