Damián Betular alcanzó popularidad a través de su participación en el programa de cocina Masterchef. Allí, junto a Germán Martitegui y Donato de Santis tenían la tarea de guiar y "juzgar" las preparaciones de cada uno de los participantes del certamen de cocina.
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Luego de mucho esfuerzo invertido en la profesión, de estudiar y de ser parte de las cocinas más importantes del país, Betular abrió, esta semana, su propio local de pastelería. Y como fiel reflejo del país en el que está, el tema precios no le es ajeno.
En diálogo con un programa de espectáculos de la Ciudad de Buenos Aires, Betular dijo: "Este año cumplo 40 y es el momento de empezar a disfrutar y a cosechar todos estos 20 años que he trabajado. Hay un montón de gente con la que le estamos dando batalla para poder no tener tanto sold out. Estamos cerrando una hora antes porque es increíble la cantidad de gente que está viniendo”, detalló emocionado.
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La idea del local venía desde hace tiempo pero se vio pospuesta por la pandemia y todo lo que el parate obligado mundial generó. Cuando contó los detalles del día de la inauguración confesó que, "esperábamos gente ese día pero yo no me imaginé nunca la cuadra y media o las dos cuadras de cola de manera constante. Fue difícil, abajo era un caos. El primer día no salieron las medialunas”.
“Es increíble la devolución del producto”, dijo y de esa manera justificó las 15 horas de trabajo presencial que por estos días está haciendo. Es que llega a su local ubicado en Devoto a las 6 de la mañana y se retira del mismo a las 21 luego de que ya cerraron y todos los demás empleados se fueron.
Inflación que preocupa
Betular dijo al aire el programa de televisión que, "ajustamos mucho los números para poder hacer un producto que no sea caro. Tratamos de hacer los precios lo más accesibles que pudimos con la elegancia del packaging. Logramos ajustarlo y si no podés comprar una caja de seis macarrones, por lo menos podés comprar una unidad y llevarte y probarlo y comerlo, tanto acá o como para llevar”.
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Pero, al igual que sus colegas con restaurantes propios, o que cualquier persona que sale a comprar en este país, el tema de los precios es preocupante. “Los precios cambian en menos de una semana, tenemos lácteos, harina, frutos secos que ya son un producto caro, mas personal, luz, gas, pero se verá en unos meses cómo nos está yendo”, confesó.
Lo que más pide la gente, por supuesto son sus clásicos macarones (dulces franceses a base de claras batidas a nieve y harina de almendras, rellenos con dulce de fruta) y los petit gateau (tortas pequeñas).
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Las redes sociales hablaron del local, y de cómo Betular estaba presente en todos los detalles, incluso atendiendo o cocinando cuando se necesitaba.
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