El Día de San Patricio se festeja en cada rincón del mundo. Y se hace en honor a la muerte –sí, la muerte- del santo patrono de Irlanda. A principios del siglo XX, el alcohol no intervenía en esta celebración. De hecho, en aquel país europeo, por ley ese día todas las cantinas, pubs y bares debían estar cerrados. Luego, ya en los años ’70 se anuló esa legislación y los festejos pasaron a las calles.
Ahora son millones las personas alrededor del planeta que cada 17 de marzo celebran con cerveza este día. Y lo hacen, también, vestidos de verde y con el trébol como símbolo de la fiesta. ¿Por qué el verde? Simple: porque el trébol –símbolo de Irlanda- es de ese color; y, además, porque esta hoja también fue utilizada por San Patricio para explicar al pueblo el significado de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres en uno).
Mendoza no quedó afuera de los festejos. De hecho, miles de personas colmaron el renovado paseo Arístides, para sumarse con alegría y diversión a este gran día. Cervezas artesanales o industriales, sin importar su color e intensidad, fueron las protagonistas de una noche absolutamente inolvidable.
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