Tres plantas que repelen insectos de forma natural y embellecen tu hogar

Tres plantas que repelen insectos de forma natural y embellecen tu hogar

¡Chau Mosquitos!

Con el calor y los insectos en aumento, cada vez más personas buscan alternativas naturales para proteger sus espacios sin recurrir a químicos. Hay tres plantas que cumplen esa función, embellecen el hogar y ayudan a mantener alejados mosquitos y otros visitantes indeseados. ¿Cuáles son y cómo usarlas?

La tendencia hacia el uso de plantas repelentes crece en jardines urbanos, balcones y hogares conscientes del impacto ambiental. Según datos de la Asociación Argentina de Jardinería Sustentable, el interés por especies funcionales aumentó un 35% en el último año.

La preocupación no es menor: en zonas cálidas y húmedas, los insectos no solo resultan molestos, sino que pueden transmitir enfermedades como el dengue o la fiebre chikungunya. En este contexto, las plantas con propiedades repelentes ofrecen una solución accesible, decorativa y ecológica. “La clave está en elegir especies que además de repeler, se adapten al entorno y aporten beneficios adicionales”, explica la paisajista y especialista en fitoterapia Mariana Luján.

Entre las más efectivas se destacan tres: citronela, lavanda y albahaca. La citronela es reconocida por su capacidad para ahuyentar mosquitos gracias a su aroma intenso, que interfiere con el sistema de detección de dióxido de carbono de los insectos.

La lavanda, además de su fragancia relajante, actúa contra moscas, polillas y mosquitos. Por su parte, la albahaca no solo repele moscas y mosquitos, sino que también puede usarse en la cocina, lo que la convierte en una aliada doble.

Estas plantas no requieren grandes cuidados. La citronela se adapta bien a macetas y espacios exteriores, siempre que reciba buena luz. La lavanda prefiere climas secos y suelos bien drenados, mientras que la albahaca necesita riego frecuente y puede cultivarse en interiores. “Lo ideal es ubicarlas cerca de ventanas, puertas o zonas de descanso, donde su efecto se potencie”, recomienda Luján.

Además de su función repelente, estas especies aportan valor estético y emocional. La lavanda, por ejemplo, se utiliza en aromaterapia para reducir el estrés, mientras que la albahaca tiene propiedades digestivas. “Son plantas que conectan con el bienestar integral: protegen, embellecen y armonizan”, señala la experta.

El uso de plantas como barrera natural también responde a una necesidad de reducir el uso de aerosoles y productos químicos. Según un estudio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el 60% de los hogares argentinos utiliza insecticidas en verano, lo que genera residuos tóxicos y afecta la calidad del aire. Incorporar especies repelentes es una forma de revertir esa tendencia.

En definitiva, apostar por plantas con propiedades repelentes es una decisión que combina salud, estética y sustentabilidad. En tiempos donde el cuidado del ambiente y el bienestar personal se entrelazan, estas especies se convierten en protagonistas silenciosas de un cambio de hábito que empieza en casa.

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