Rosario quedó conmocionado este martes, cuando un perro murió asfixiado tras permanecer encerrado por más de siete horas en un auto estacionado en pleno centro de la ciudad. El animal, identificado como “Coco”, fue encontrado muerto en el asiento del acompañante de un Peugeot 308, en una jornada de intenso calor.

Según testigos, “Coco” intentó desesperadamente llamar la atención saltando y llorando, pero nadie intervino a tiempo para salvarlo. Cuando finalmente un oficial de policía llegó al lugar, decidió no romper el vidrio del automóvil al confirmar que el perro ya no mostraba signos vitales.

La dueña del animal, una joven trabajadora del microcentro rosarino, admitió haber olvidado a su mascota dentro del auto. Su abogado, Juan Emilio Molina, calificó el hecho como un “error involuntario” y destacó que la mujer estaba profundamente afectada por lo sucedido. “Ella siempre traía a ‘Coco’ al trabajo; jamás quiso causarle daño”, afirmó.

Sin embargo, vecinos y transeúntes cuestionaron la versión del abogado, asegurando que el perro había estado encerrado desde la mañana, bajo temperaturas extremas que podrían haber superado los 50 grados dentro del vehículo. La fiscal Andrea Vega está investigando el caso, en especial las circunstancias que llevaron al prolongado encierro del animal.

Viviana Ponzo, representante de una organización de protección animal, expresó su indignación y adelantó que presentará una denuncia penal por maltrato animal. “Este tipo de hechos no pueden quedar impunes, es fundamental generar conciencia para evitar más tragedias“, sostuvo.

Mientras tanto, la dueña del perro, quien sufrió una descompensación al enterarse de la muerte de su mascota, fue trasladada a la comisaría 2ª para prestar declaración. Según las autoridades, su situación legal dependerá de los resultados de la investigación, aunque por ahora el caso está caratulado como maltrato animal accidental.