Su muerte reavivó el debate sobre los excesos en el mundo de la música y sobre el límite de exponer todo en las redes sociales.
El miércoles en la noche, el rapero Lil Peep de 21 años, falleció dentro de su autobús de gira cuando iba camino a Arizona.
Según las autoridades de Tucson, el joven habría muerto de sobredosis por el abuso del fármaco para la ansiedad Xanax.
Pocos días después de su muerte, comenzó a circular en las redes sociales unos videos grabados por los amigos de Lil.
Al parecer los chicos que acompañaban al rapero en el autobús, grabaron varias historias para sus instagram, capturando al artista creyendo que estaba dormido, cuando en realidad ya estaba muerto.
El rapero se caracterizaba por interpretar letras completamente depresivas, además, sus allegados aseguran que siempre hablaba de la muerte y prueba de ello fue una de sus últimas publicaciones en su cuenta en instagram, en la que posteó una imagen con el mensaje “Cuando me muera, me amarás”.
Su representante, Chase Ortega, confesó que desde hace un año estaba esperando esa llamada, ya que Lil batallaba con las drogas y la depresión.
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