Por un nuevo caso de suicidio se reaviva la preocupación por las duras condiciones laborales a las que están sometidos los trabajadores chinos. La empresa Foxconn, que se dedica a producir iPhones, está acusada de llevar a sus obreros a quitarse la vida.
Li Ming, de 31 años y nacionalidad china, empleado de Foxconn, situada en la provincia central china de Henan, saltó por la ventana y se mató.
La organización de derechos de los trabajadores de China difundió un vídeo en el que mostraba el cuerpo sin vida de Li tendido en el suelo y cubierto de nieve para denunciar lo que allí sucede. Entre 2010 y 2011, una ola de suicidios sacudió a esta misma empresa, y se estima que 14 obreros se quitaron la vida.
Según recoge el diario The Telegraph, Li había estado trabajando durante dos meses en la empresa y vivía en los dormitorios de la compañía. Foxconn, conocida también como la "fábrica de los suicidios”, que también trabaja con Sony, Nintendo y Blackberry, ha denegado aportar más información.
Foxconn enfrentó en 2010 acusaciones que afirmaban que los trabajadores estaban obligados a soportar “condiciones extremas de calor” y un trato humillante por parte de los gerentes. Muchos de los obreros se arrojaron desde sus dormitorios en manifestación de su desesperación.
Steve Jobs, cuando aún estaba con vida, defendió a Foxconn y declaró que la tasa de suicidios estaba dentro de la media nacional.
Un ex trabajador pudo contar su experiencia: "No es un buen lugar para los seres humanos". A la vez, detalló que los empleados están sometidos a muy alta presión, hacen turnos de 12 horas por día y la gerencia es muy agresiva.
El joven describe un cuadro muy sombrío de un ambiente de trabajo, donde la explotación es rutinaria y la depresión y el suicidio se normalizaron, indica el sitio iProfesional.
Dado que el iPhone es una máquina compacta y compleja, requiere amplias líneas de ensamblaje de cientos de personas que construyen, inspeccionan, prueban y empaquetan cada dispositivo. Un trabajador dijo que 1.700 iPhones pasaban por sus manos todos los días.
A menudo se espera que los trabajadores permanezcan en silencio y pueden ser recriminados por pedir usar el baño.