Este miércoles se llevó a cabo el segundo "megajuicio" en el Caso Próvolo que tenía como imputadas a dos religiosas y siete exempleadas acusadas por los delitos de abuso sexual cometidos a menores hipoacúsicos en el Instituto de Luján.
La monja Kumiko Kosaka estaba acusada de abuso sexual gravemente ultrajante agravado en un hecho y por ser partícipe necesaria en más de un caso. Fue absuelta en todas las acusaciones. Era la señalada de "entregar" a los menores más vulnerables a los curas para que los violaran. Una víctima dijo que ella le ponía pañales tras los abusos.
La representante legal del Instituto, Graciela Pascual, quien estaba acusada de ser partícipe necesaria por omisión también fue absuelta. Habían pedido para ella 18 años de cárcel y también fue absuelta.
Ellas dos eran las más complicadas.
En total se llevaron a cabo tres juicios. El primero fue en 2018. Allí, en un debate abreviado el monaguillo Jorge Bordón, exempleado administrativo del instituto, confesó la autoría de los hechos y recibió una pena de 10 años de cárcel.
El primer "megajuicio" fue en el 2019. Allí se condenó en el cual se condenó a los sacerdotes Nicola Corradi a 42 años de cárcel y Horacio Corbacho a 45 años de prisión, y al jardinero Armando Gómez, a 18 años de cárcel.
Este miércoles después del mediodía el Tribunal Penal Colegiado 2, a cargo de las juezas Gabriela Urciuolo, Belén Salido y Belén Renna, comenzó con la polémica lectura de la sentencia.
En este sentido, las acusadas son: las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, las exdirectoras y empleadas del Instituto Graciela Pascual, Gladys Pinacca, la cocinera Noemí Paz, Valeska Quintana, Laura Gateán, Cristina Leguiza y la psicóloga Cecilia Raffo.
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