Todas queremos tener un pelo sano, hermoso y abundante. Hay muchos productos en el mercado que a veces nos marean, pero con estos tips y cuidando ciertos hábitos podés lograr fácilmente una envidiable cabellera.
No es necesario que lo laves todos los días, solo cuando se necesite. Lo ideal es lavar un día sí y uno no, sin embargo, hay ocasiones que los factores externos nos obligan a hacerlo con mayor frecuencia.
Lava tu cabello con agua tibia y usa agua fría al terminar, siempre evitando el agua extremadamente caliente. Esto ayudará a que la circulación de la sangre en tu cuero cabelludo mejore y con eso tu cabello luzca sano; además, si lo tienes teñido, el agua fría mantendrá vivo tu tinte.
Debes despuntar tu cabello aproximadamente cada seis semanas, pero no para que te crezca más rápido, sino para que se mantenga saludable, evites su ruptura y no presentes puntas abiertas.
No uses planchas, tenazas o secadoras de pelo todos los días. Además de usar protectores contra el calor, permite que tu pelo descanse, por lo menos, cuatro veces a la semana, ya que el calor extremo rompe la capa que protege tu cutícula capilar y evita la conservación de proteínas y vitaminas, lo que a largo plazo se reflejará en cabello frágil y seco.
No dejes de teñir tu pelo si así lo deseas; pero cuidalo dando color solamente a las zonas que requieren retoque, no todo el cabello. Además, es recomendable usar productos que alarguen la coloración y que rehidraten tu cabello.
Usa tanto tratamientos naturales como profesionales. Esto es ideal, ya que ambos están dirigidos a diferentes aspectos de nuestro pelo. Los primeros sirven para un cuidado superficial y externo, mientras los segundos lo reconstruyen y fortalecen desde dentro.
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