Los cambios de estación muchas veces se presentan como un gran problema para el cuidado del jardín, sobre todo por las plantas y las flores.
Ya que los días son más cortos, los rayos solares se vuelven más leves y las temperaturas varían constantemente.
Es importante condicionar nuestro jardín para que pueda transitar el otoño y las próximas estaciones.
Lo primero que debemos hacer será acondicionar el césped.
Las heladas que llegarán a mediados o finales del otoño y antes del invierno son el enemigo natural del verde en tu jardín.
El secreto está en retirar diariamente o con la mayor frecuencia posible, todas las hojas del pasto para evitar que se prive de luz y se genere musgo por la humedad.
En cuanto a los riegos y la frecuencia, reduciremos la cantidad de agua que recibirán las plantas, árboles y flores de nuestro jardín. Lo ideal es regar por la mañana y poco a poco ir reduciendo las cantidades.
Es fundamental resguardar las plantas del frío y de las heladas, así su desarrollo no presentará problemas. En caso de que no tengamos lugar dentro del hogar, con que permanezcan bajo algún techo está bien.
La luz natural es súper importante para que tanto las plantas como flores del jardín resistan en óptimas condiciones al otoño y posterior invierno. Durante el día es importante que reposen al aire libre con luz directa para aprovechar las horas de rayos solares.