Emir Luna nació en el Lagomaggiore y se encuentra en excelente estado de salud. ¿Qué dice la leyenda y cómo surgió esta tradición? ¿Qué les hacían antiguamente a los séptimos hijos varones?
La tradición indica que cuando nace el séptimo hijo varón en una familia será apadrinado por el Presidente de la Nación. Esto surgió por antiguas creencias que sostenían que el séptimo hijo varón se convertiría en lobisón y la séptima hija mujer, en bruja. Es por eso que se otorgaba un padrinazgo imperial para brindar protección.
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En Mendoza nació Emir Luna, séptimo hijo varón de Fabricio y Romina, y será apadrinado por Alberto Fernández. El niño nació en el hospital Lagomaggiore y se encuentra en excelente estado de salud.
Emir recibirá una cadenita de oro, un aporte económico anual y será becado en sus estudios primarios, secundarios y universitarios.
La leyenda
En Argentina se inició esta tradición de origen ruso -que también se expandió a Paraguay- en donde se mataban a los séptimos hijos por el miedo a que se conviertan en un lobisón en caso de ser varón o bruja si era mujer.
Padrino por Ley
La Ley 20.843 de padrinazgo presidencial es una legislación argentina que garantiza el padrinazgo del Presidente de la Nación en funciones al momento del nacimiento del séptimo hijo varón o la séptima hija mujer de una prole del mismo sexo.
Esta ley tiene sus raíces en la gran inmigración proveniente de Rusia y en la creencia de que el séptimo hijo varón es hombre lobo y la séptima hija mujer bruja.
En la Rusia zarista de Catalina la grande se otorgaba el padrinazgo imperial, que daba una protección mágica contra estos males y evitaba que los niños fueran abandonados.