Adriana Suárez y Marcelo Altamirano fueron acusados por el asesinato de César Darío Rodas, ocurrido en una vivienda de Dorrego. La mujer cumplía prisión domiciliaria. La hipótesis apunta a una venganza por presunto abuso sexual. Los restos del cuerpo fueron hallados calcinados en una chimenea.
El asesinato de César Darío Rodas, ocurrido en Guaymallén, sigue generando conmoción. En las últimas horas, Adriana Valeria Suárez (40) y Marcelo Rubén Altamirano (35) fueron imputados por homicidio agravado por ensañamiento, tras los hallazgos en una vivienda Dorrego, donde fue encontrado el cuerpo de la víctima desmembrado y parcialmente calcinado.
Según confirmaron fuentes del Ministerio Público Fiscal, un tercer hombre que había sido detenido fue finalmente desvinculado de la causa, aunque no se descarta que otro individuo haya actuado como partícipe necesario en el crimen.
Ambos imputados arriesgan una condena perpetua por el crimen. Mientras que los cinco menores que vivían en la casa se encuentran internados para su correspondiente abordaje, a cargo del Programa Provincial de Maltrato Infantil.
La casa del horror en Dorrego: Quién era la principal acusada y qué antecedentes tiene
El hecho ocurrió este miércoles 18 de junio, cuando en una casa ubicada en Adolfo Calle y México se halló el cuerpo de César Darío Rodas, desmembrado y parcialmente quemado en la parrilla. Suárez, principal sospechosa, cuenta con un extenso prontuario. Había sido condenada por robo agravado con armas en 2012, amenazas en 2014 y robo con arma blanca en 2019. Al momento del crimen, cumplía una condena de seis años y medio bajo prisión domiciliaria, monitoreada por una tobillera electrónica.
La fiscal Andrea Lazo, a cargo de la investigación, ordenó el allanamiento del domicilio luego de una denuncia. Allí, la Policía Científica encontró restos humanos quemados dentro de una chimenea, los cuales fueron identificados como pertenecientes a César Rodas, de 41 años.
La hipótesis que investiga la Justicia
Durante su declaración preliminar, Suárez habría afirmado que mató a Rodas porque intentó abusar de una de sus hijas menores de edad. Según su versión, ella comenzó a golpearlo y luego los otros dos hombres presentes en la vivienda continuaron con la agresión, que terminó con el cuerpo desmembrado e incinerado.
La Justicia investiga ahora el grado de participación de cada acusado, mientras que se analiza si la supuesta intención de abuso puede ser confirmada mediante pruebas forenses y testimonios.
En la vivienda también se encontraban cinco menores, hijas de la principal imputada. Las niñas fueron derivadas al Programa Provincial de Maltrato Infantil, mientras se define si quedarán bajo tutela estatal o si un familiar podrá asumir la guarda.