En el Día Mundial del ACV, especialistas advierten sobre el crecimiento de casos en adultos jóvenes y destacan que el 80% de los accidentes pueden prevenirse. En Mendoza, se activó una red hospitalaria para garantizar atención rápida y eficaz. Reconocer los síntomas y actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre la recuperación y la discapacidad.
En el marco del Día Mundial del ACV, especialistas y comunicadores se reunieron en Mendoza para concientizar sobre el accidente cerebrovascular, una de las principales causas de muerte y discapacidad en adultos. La campaña, que se desarrollará durante el día de hoy en Plaza España, pone el foco en la prevención, el reconocimiento temprano de los síntomas y la importancia de actuar con rapidez. “El tiempo es clave para evitar secuelas graves”, remarcó el neurólogo Santiago Pigretti durante una entrevista en Canal 9.
El ACV se produce por una alteración súbita en el flujo sanguíneo cerebral. Puede ser de tipo isquémico, cuando se obstruye una arteria, o hemorrágico, cuando se rompe un vaso y se libera sangre en el tejido cerebral. Según Pigreti, “el 90% de los casos se explican por diez factores de riesgo prevenibles”, entre ellos la hipertensión arterial, el tabaquismo, el sedentarismo, el colesterol alto y la diabetes. En Argentina se registran entre 55.000 y 60.000 casos por año, lo que equivale a uno cada diez minutos.
Uno de los datos que más preocupa es el aumento de casos en personas jóvenes. “El 7,5% de los ACV isquémicos ocurren en menores de 50 años”, señaló el especialista, y advirtió que en algunos hospitales públicos ese porcentaje es aún mayor. Esto se relaciona con la exposición prolongada a factores de riesgo no tratados, como el estrés crónico o la falta de control de la presión arterial. “Muchos pacientes eran hipertensos y no lo sabían, o no seguían el tratamiento correctamente”, explicó.
Para reconocer los síntomas de un ACV, se utiliza la escala internacional FAST. Esta herramienta permite identificar signos como la parálisis súbita de la cara, dificultad para levantar un brazo o una pierna, y problemas para hablar o articular palabras. “La persona afectada muchas veces no puede pedir ayuda, por eso es fundamental que familiares o testigos activen el sistema de emergencias”, destacó Pigretti. La intervención médica temprana puede reducir significativamente el daño neurológico.
En Mendoza, se ha conformado una red provincial de atención al ACV, que articula hospitales con capacidad de respuesta inmediata, ya sea presencial o por teleasistencia. “El objetivo es que todos los pacientes, sin importar dónde estén, tengan acceso a un tratamiento eficaz”, explicó el neurólogo. Esta red permite acortar los tiempos de derivación y aplicar terapias específicas como la revascularización, que mejora el pronóstico si se realiza en las primeras horas.
Durante la jornada de concientización en Plaza España, se instaló una cabina interactiva y un reloj simbólico para reforzar el lema de este año: “Cada minuto cuenta”. La propuesta invitó a la comunidad a dejar mensajes, hacer preguntas y compartir experiencias. “La información salva vidas”, subrayó la periodista Roxy Lopresti, quien acompañó la cobertura. Además, se difundieron recomendaciones para evitar los factores de riesgo: mantener una alimentación saludable, realizar actividad física, controlar la presión arterial y evitar el consumo de tabaco y alcohol.
Finalmente, Pigretti alertó sobre los accidentes isquémicos transitorios, que pueden funcionar como señales de alerta. “Son episodios breves, de menos de una hora, en los que el paciente presenta síntomas como pérdida de visión en un ojo o dificultad para hablar, pero luego se recupera”, explicó. Aunque no dejan lesiones visibles en la imagen, estos eventos anticipan un ACV en los siguientes 90 días. “Es clave consultar y realizar estudios, aunque el paciente se sienta bien”, concluyó. La prevención y el conocimiento son las herramientas más poderosas para enfrentar esta enfermedad silenciosa
Mira la entrevista completa que le realizó Roxy Lopresti al neurólogo Santiago Pigretti