Noche de pastelería. Con esas tres palabras, el terror se apoderó de la cocina. ¿Postre? ¿Justo en la noche de eliminación? Los participantes sabían que no la iban a pasar bien.
El jurado sorprendió a los participantes con un desafío rápido en el que tenían que hacer cake pops (una especie de torta/chupetín). Con pocos minutos y todos los ingrediente a mano, el que ganó el beneficio fue Tomás Fonzi.
A la hora de presentar el desafío, los participantes quedaron helados. Tenían que recrear una selva negra o una Schwarzwälder Kirschtorte como perfectamente lo dijo Germán Martitegui y nadie pudo ni siquiera nombrar.
Betular fue el rey absoluto de la noche y como un general marchando entre las filas de soldados, pasó estación por estación revisando y ayudando a los más complicados.
Al final de la noche, Gastón Soffritti y Joaquín Levinton quedaron entre los dos peores. Uno de ellos se iba, y fue el joven actor el que tuvo que dejar la competencia. Fue uno de los mejores del certamen. No se asustó y su primer plato fue un risotto. Con la promesa de trabajar duro y volver, Gastón dejó las cocinas de Masterchef ¿para siempre?
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