Cristina Fernández de Kirchner habló por primera vez luego de que Fernando Sabag Montiel le gatillara en la cabeza el 1 de septiembre. Lo hizo desde el Senado durante una reunión con los curas villeros, Curas en opción por los Pobres hermanas, religiosas y laicas.
"Quería que mi primera actividad fuera con ustedes. Siento que estoy viva por Dios y por la Virgen. Y si estoy viva por Dios y la Virgen, debía hacerlo rodeada de curas villeros y hermanas", dijo conmovida.
Cristina contó que el Papa Francisco la llamó al otro día de lo sucedido. "Estuvimos hablando por teléfono y me digo algo así como que 'los actos de odio y de violencia siempre son precedidos por palabras y por verbos de odio y de violencia'", dijo.
Cristina prefirió no hablar del atentado y aseguró que prefiere "hablar de mi país, de nuestro pueblo, de lo que ustedes ven y viven junto a los barrios. Lo decía Ignacio, desde la inflación, de los precios, de la necesidad de la gente, de lo que decía recién la hermana, que la gente comía y comían en familia".
El 24 de diciembre de 1929, cuando transitaba su segundo mandato, el por entonces presidente de la Argentina, Hipólito Yrigoyen, sufrió un atentado. Cristina se comparó con él. "Tenemos que examinarnos nosotros mismos, la autopercepción que tenemos los argentinos de nosotros mismos y de los que somos porque siempre hubo grupos, tal vez no mayoritarios, pero sí pequeños, pero de gran poder que quieren suprimir, eliminar al que piensa diferente", dijo.