“Suite” es un espectáculo que desarrolla la música clásica y el despliegue artístico de dos mujeres en escena: la que baila maravilloso y la genera un sonido de ensueño. Ellas se encuentran en movimientos instrumentales breves que mezclan la interpretación de las Suites de Bach desde las manos de Noelia Pávez en el violoncello y la improvisación en tiempo real desde la danza de Graciela Conocente, ajustadas por la mirada de Celeste Álvarez en la dirección. El movimiento del cuerpo en constante improvisación es la propuesta que este trío artístico nos trae a escena en el Estudio Fusari (Uruguay 722 de Ciudad de Mendoza) los próximos sábados 04 y 11 de Mayo a las 21:30h, las entradas se pueden ya reservar al 2615181103 con precio diferencial por compra anticipada.
Sobre este estilo de danza, Graciela Conocente nos cuenta que cada función será única y diferente: “La danza se renueva en cada función porque trabajo desde la improvisación. “Me interesa que cada experiencia tenga ese rasgo de lo vivo, eso que se crea ahí mismo, en el momento en que estamos las dos - refiriéndose a su compañera- dispuestas a jugar y ver qué pasa. Si bien hay algunos lugares en los que habitualmente transitamos, como acuerdos en la conversación que tenemos, cada función es una página en la que algo nuevo se va a escribir siempre y no lo sabemos de antemano”, dice la gran maestra.
La improvisación en danza estará fusionada con las Suite de Bach para violoncello, seis piezas, seis momentos en relación con movimientos seleccionados e improvisados. ¿Por qué Bach? Para los expertos en el tema, seremos más específicos se mostrarán una selección de preludio, ritmos rápidos, tiempos moderados, una corrente, una zarabanda y una danza viva. Para los curiosos que quieran venir a conocer esta música clásica Noelia Paves nos explica “La propuesta de tocar específicamente Bach fue de Graciela. Se encontraron - porque es una música muy antigua- 6 suites de Johann Sebastián Bach hechas para violoncello, y cada una está integrada por 6 danzas, yo me encargué de elegir una danza de cada suite. Justamente Bach es una música sin tiempo, podemos decir, ya que fueron piezas escritas en el 1700 y encontradas mucho después porque se perdieron un tiempo. Recién en 1900 se volvieron a interpretar” este relato refiere específicamente a las Suites de violoncello. Y si bien, la propuesta de una bailarina con una instrumentista puede haberse visto antes, la improvisación y la interpretación se encargan de llevar esta propuesta a un plano innovador. “Hay un espectro de la interpretación musical que se experimenta al poder tocar sola el instrumento - más allá de las notas que son inamovibles- que es lo que le da una impronta diferente. Se sabe cuál es el camino, pero se toman decisiones de interpretación musical para transitarlo, para arribar al punto de llegada. No hay cellistas, guitarristas o violinistas que toquen de la misma manera a Bach. Es la interpretación lo que lo hace diferente.” añade la experta en violoncello.
Celeste Álvarez, desde la dirección, nos cuenta sobre el proceso realizado diciendo “Mi desafío fue el de acompañar y organizar la narrativa de estas tremendas artistas. La narrativa dinámica de una historia entre la música y el movimiento.” Esto es porque desde el punto de vista técnico la obra trabaja sobre islas dramáticas de improvisación en tiempo real. Los lugares de improvisación desarrollan dos momentos, uno en la relación entre estas dos mujeres en el entorno del ensayo, y otro en relación a la música y la danza. Estos puntos están trabajados desde la recuperación de estructuras de situaciones dramáticas concretas para abordar desde la espontaneidad, pero siempre narrando una historia creada desde un realismo mágico. A lo que Conocente añade “Se trata de un encuentro, de una conversación con los lenguajes y con las particularidades de cada una. Podemos llegar a cualquier lugar en la conjunción o no, con todas esas herramientas. Además, está el humor, también como elemento sustancial de nuestros estilos para poder disponernos a jugar. Es un punto que compartimos y que atraviesa toda la obra.” Invitándonos a una experiencia que promete no solo involucrarnos desde lo rítmico y la improvisación, sino también un espacio de entretenimiento, convivio y disfrute cultural.
Sinopsis
Por momentos una, por momentos dos, creando un encuentro que se da en un espacio que las convoca y en donde cada una despliega su estilo con su hacer. Cuando se abre el espacio entre, la música las mueve de lugar y corre algo de los límites de lo esperable para alguien que baila y para quien toca. En el silencio de la música se empieza a narrar el encuentro y también el desencuentro entre ambas, se miran, tratan de entrar para obtener algo del universo de la otra. La música envuelve sus estados, juega con las diferencias y habilita una historia, la que sea, cada vez que ellas están ahí dispuestas. Un encuentro entre dos que las cuerdas van tejiendo… se arma, se deshace, se respira, se batalla, se abraza. Los cuerpos ahí puestos al servicio de lo que acontezca es una invitación a la magia de lo que no se sabe de antemano, pero que se sostiene en esos hilos…hilos de música envueltos y vueltos movimiento. Bach suena y resuena narrando una historia que será cada vez una y una otra y otra, otra.
Ficha artística:
Idea y realización: Graciela Conocente y Noelia Pávez.
Dirección: Celeste Álvarez
Diseño lumínico y prensa: Daniela Funes.
Fotografía: Mona Guerrero.
Diseño gráfico: Darío Manfredi
Vestuario: Johana Ortega
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