Teniendo en cuenta que nació una vez se consolidó entre la población el hecho de navegar a través de internet. Esta hace referencia a aquellas actividades en las que se realizan apuestas online, ya sea en forma de pronósticos deportivos o en cualquiera de los juegos que contemplan los casinos virtuales.
La industria iGaming está en boca de todos y es relativamente joven, teniendo en cuenta que nació una vez se consolidó entre la población el hecho de navegar a través de internet. Esta hace referencia a aquellas actividades en las que se realizan apuestas online, ya sea en forma de pronósticos deportivos o en cualquiera de los juegos que contemplan los casinos virtuales. En este artículo, nos centraremos en cómo estos últimos han evolucionado en un periodo de diez años, sobre todo, poniendo el foco en la forma en la que presentan la experiencia. Además, también intentaremos predecir lo que está por venir.
Antes de entrar en materia, cabe comentar que este sector es uno de los que más ha crecido en Latinoamérica en los últimos tiempos. Solo en Argentina, hasta 19 millones de personas reconocen haber jugado de manera recurrente a alguna de estas opciones de ocio, aunque la lista la siguen liderando países como Brasil y México. Expertos apuntan que entre las claves más evidentes de esta tendencia al alza está la mejora de la conexión en los hogares y el hecho de poder conectarse a través de los aparatos inteligentes del momento. Lejos de decaer, todo hace pensar que irá al alza a corto plazo.
Transformación de la experiencia
En el casino online actual conviven varios entretenimientos a la vez, desde las prácticas más clásicas que ocupaban los salones de antaño hasta experiencias que no se entenderían sin las aportaciones de la tecnología e innovación. Incluso hay ocasiones en que se mezclan, como se deja ver en las partidas de la ruleta o el blackjack, donde a través de la pantalla no se ven solo grafismos, sino que también está presente en vídeo un profesional real encargado de dinamizar la partida y todos los elementos propios del juego, como cartas o el mecanismo circular, para que el jugador no pierda de vista la acción.
Entre las incorporaciones más recientes, podemos mencionar los crash games, un juego que no está vinculado para nada a la oferta de los locales especializados del pasado. Tanto el objetivo como el funcionamiento de aquello que propone es rápido y veloz: se hace una apuesta y a esta se le aplica un multiplicador que va creciendo durante el tiempo que el personaje principal permanezca en pantalla. La ronda se termina una vez el protagonista cae o choca, o bien si el jugador decide retirar la cantidad en cuestión. En caso de que suceda lo primero, no habrá premio alguno; mientras que, si opta por la segunda, habrá recompensa.
En pleno auge, otro de los pasatiempos que han migrado de forma normalizada a todo tipo de pantallas son los game shows, que no dejan de ser programas de concursos que antes se emitían en la televisión y que ahora se han mudado al casino online. El funcionamiento no difiere demasiado de lo que uno podía observar en el pasado, con presentadores que se encargan de amenizar la partida y explicar los conceptos más básicos de la mecánica. Hay algunos clásicos, como la elección de maletines o el giro de la rueda de la fortuna, y adaptaciones a juegos de mesa con componentes de azar.
Más allá de la capacidad de elección que tienen los usuarios en cuanto al catálogo, una de las mayores innovaciones de la industria iGaming ha sido la buena adaptación de sus contenidos a dispositivos que van más allá de la computadora, como el celular o la tableta. El primero se ha erigido en muchos países, como Argentina, como el aparato más usado entre la población y, desde hace algún tiempo, todas las prácticas se adaptan a los diferentes requisitos de las pantallas, sin que la vivencia salga perjudicada en ningún momento y brindando una mayor accesibilidad.
Menos evidente a simple vista, pero igual de crucial, es cómo las diferentes plataformas han ido adaptando nuevos métodos para realizar transacciones, siempre manteniendo la seguridad en los movimientos y la confidencialidad de las personas que se encuentran detrás de las cuentas registradas. En los primeros pasos del comercio digital, apenas se resumían en dos: las transferencias y las tarjetas de crédito o débito. Ahora, el abanico se ha ampliado como muestra de modernización, añadiendo las pasarelas de pago, las billeteras digitales y los sistemas basados en el celular.
Tecnología pendiente de consolidar
No es ninguna sorpresa que la inteligencia artificial (IA), que tanto está en boca de todos debido al cambio laboral que puede provocar, crezca en este sector. Ya se deja ver en la atención del cliente, la detección del fraude o la gestión de datos masivos, pero se espera que llegue a tener más peso aún en la creación de contenido, sobre todo, con aquello vinculado a la personalización. De este modo, la IA generativa no solo estará capacitada para saber qué resulta de interés para un perfil u otro, sino que podrá modificar de manera ligera aspectos y características para adecuarlos mejor a la demanda.
Como hemos comentado en párrafos anteriores, el casino online tiene una fuerte presencia en los celulares inteligentes. Así pues, se pronostica que dentro de no muchos años haya experiencias que estén diseñadas de forma exclusiva para este tipo de aparatos, ya sea mediante la orientación vertical u horizontal de la pantalla. Una vez las aplicaciones de la industria iGaming se han normalizado, todo hace pensar que habrá pasos adelante, aprovechando las oportunidades que brinda la tecnología, como es el caso de la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA).
Por ejemplo, desde los smartphones ya es posible crear experiencias de RA con la cámara del celular, pudiendo combinar ficción y realidad. Algo más de recorrido tiene que hacer la RV que, aunque incluso se deja ver de una forma más local en lugares como el paseo por el Lago del Parque General San Martín de Mendoza, requiere de un mayor trabajo en la creación de un contenido totalmente inmersivo y unos dispositivos para el público, como son los lentes o los cascos. Cuando su uso se extienda y entre con total naturalidad en los hogares, integrarse en una mesa virtual para jugar podría ser un hecho cotidiano.