El futbolista pasó a buscar a sus hijas de 8 y 10 años por la casa de la empresaria y la situación se fue de las manos. Los vecinos dicen que están “re podridos de quilombo”.
El impacto emocional que las peleas entre adultos pueden tener en los menores quedó nuevamente en evidencia durante el último altercado entre Wanda Nara y Mauro Icardi. La noche del viernes, lo que debía ser una entrega organizada de sus hijas, Francesca e Isabella, terminó en un escenario caótico que incluyó gritos de auxilio, la intervención del SAME y un operativo policial.
El futbolista del Galatasaray llegó al edificio Chateau Libertador, ubicado en el barrio de Núñez, para recoger a las niñas. Sin embargo, según testigos, la situación se salió de control. Icardi habría abandonado el lugar conduciendo en contramano y a alta velocidad.
En videos se ve a Wanda Nara pidiendo ayuda desesperadamente mientras el conflicto crecía, todo frente a sus hijas menores, quienes presenciaron el episodio. El Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) y personal de asistencia psicológica acudieron al lugar para atender a Francesca e Isabella, visiblemente afectadas por el altercado.
Este es el resultado de la vinculación que ordenó el juez.
Las hijas de Wanda Nara debían reintegrarse a Mauro Icardi.
Terminó en escándalo policial, tuvo que intervenir hasta el SAME .. Las VÍCTIMAS SON LAS CRIATURAS. pic.twitter.com/AojsgVlmwp
— Diego Sehinkman (@DieSehinkmanFan) March 15, 2025
Este conflicto no es un caso aislado, ya que la separación judicial y mediática de la pareja ha generado un impacto constante tanto en su círculo cercano como en la convivencia del complejo residencial donde vive Nara. Vecinos del edificio confesaron haber tomado la decisión de mudarse debido al estrés que les provocan las continuas disputas.
Además, tras el altercado, trascendió que las abogadas de Icardi, Guadalupe Guerrero, Elba Marcovecchio y Lara Piro, habrían renunciado a su defensa, marcando un punto crítico en la batalla judicial que ambos enfrentan.